Monseñor Athanasio Iº, Arzobispo Metrpolita Ortodoxo, Vicario del Patriarcado Bielorruso Eslavo, Gran Collar de
El Foro Mundial surgió a mediados de 2003 con la misión de sembrar, entre otras religiones y grupos espirituales, el respeto y la tolerancia mutua, para promover el diálogo entre religiones y entre las culturas de paz en nuestro planeta.
La importancia de que el trabajo inter-religioso e inter-cultural se ha convertido cada vez más evidente, debido al creciente proceso de globalización en todo el mundo, que afectan todos los aspectos de nuestras vidas.
Este proceso de globalización nos obliga a vivir con culturas, tradiciones y pensamientos muy diferentes a los nuestros y, por tanto, la necesidad de aprender a vivir mejor.
A los medios de comunicación atribuyen la culpa a las religiones en los principales conflictos mundiales actuales, en el que muchas personas han muerto innecesariamente. Este entendimiento ha llevado a los líderes religiosos de todo el mundo, a una revisión de sus conceptos acerca de la existencia humana.
El diálogo entre las religiones ha demostrado ser una herramienta importante para luchar contra la intolerancia y la discriminación fundadas en la religión o las creencias.
El principal desafío implícito en el proceso de diálogo es superar el miedo a lo desconocido y abrir nuestras mentes a aceptar las diferencias, de modo sano y constructivo.
A menudo, el contraste de sus diferencias, produce una reacción de malestar y falta de coherencia que debe ser trabajado y resuelto. Nuevos puentes conceptuales para sustituir a los viejos estereotipos y prejuicios. Habida cuenta de la ética y los problemas ambientales que amenazan la vida en la Tierra, la fuerza legítima de la espiritualidad y la conciencia medioambiental ha sido el eslabón de la cadena ha creado varias redes de solidaridad en la sociedad humana.
Valores universales como el amor, la sencillez, la honestidad, la compasión, la solidaridad y la cooperación son parte de la vida de muchas personas de diferentes credos y religiones de todo el mundo.
Monseñor Athanasio, ha entregado el Tomo Apostólico a
