Monday, December 04, 2006

CUADERNO DE HISTORIA.-


El Cuaderno de este miércoles, es un profundo ensayo sobre Alfonso I "El Batallador".
+
Sucedió a su hermano por haber fallecido aquel sin sucesión. En 1109 se casó con Doña Urraca, hija única y heredera de Alfonso VI de Castilla y de Constanza de Borgoña, de suerte que el Batallador tuvo en sus manos los dos reinos de Aragón y Castilla, pero la discordia que no tardó en estallar entre los consortes, fue origen entre aragoneses y castellanos de continuos combates que duraron hasta la muerte de Doña Urraca, acaecida en el año 1126. Alfonso venció a los musulmanes en más de cien batallas o combates, les tomó sucesivamente Tudela, Zaragoza (1118), en donde establecio corte, Calatayud (1120), Bubierca, Alhama, Ariza y Daroca, despues de la batalla de Cutanda.
+
En el año 1125 emprendió con éxito una atrevida espedición a Andalucia: llego hasta Motril. Volvió a sus tierras habiendo batido a todos los reyezuelos que se oponian a su marcha, y llevó consigo al reino de Aragón, donde se establecieron más de diez mil mozárabes.
+
Esto sucedió en el año de 1126, el mismo en que falleció Doña Urraca y en que fue proclamado rey de Castilla su hijo con el nombre de Alfonso VII. El Batallador quiso hacer prevalecer sus pretendidos derechos sobre Castilla, y al efecto se adelantó hasta Palencia, donde encontró el ejercito de su hijo político; pero la batalla no se dió por la intervención de los prelados de los dos reinos. La tregua que entonces se concerto (1127) se convirtio en paz definitiva dos años despues (1129), y desde entonces el Batallador no entro más en Castilla. Se apoderó de Bayona, en Francia, en el año 1131, y en el 1133 del castillo de Mequinenza, situado en las confluencias de los rios Segre y Ebro. El año siguiente sitió Fraga, y pereció en una gran batalla que se dio al pie de los muros de esta plaza.
+
Viendose sin hijos, Alfonso I había hecho en el año 1131, estando delante de Bayona, un testamento, que ratificó dos años despues en Sariñena, en el cual declaró herederos y sucesores de todos sus reinos y señorios, por partes iguales, al Santo Sepulcro y a los caballeros del Temple, y a los hospitalarios de Jerusalen. Pero esta disposición quedó sin efecto. Muerto él, volvieron a separarse las coronas de Navarra y Aragón, reunidas por espacio de cincuenta años. Los navarros eligieron por rey a don García Ramírez, hijo del infante Don Ramiro, que casó con la hija del Cid, y los aragoneses a Don Ramiro, hermano de Alfonso I y monje en el monasterio de Saint Pons de Thomieres, cerca de Narbona.