En las diferentes redes sociales, en la prensa, siempre observo debates, en los que participo, sobre religión y verdadera religión, principios, etc.
La religión para los bonarios representa la relación entre los tres principios fundamentales, que son: el Ser Supremo de Luz, el mundo y el individuo. La religión proporciona solaz al peregrino exhausto en este plano terrestre, explicándole el misterio de la vida y mostrándole el camino hacia la morada inmortal.
La religión no implica una NEGACIÓN de la vida, sino la plenitud de ésta. Es la vida eterna. El hombre se convierte en Dios a través de la disciplina, el autocontrol y la meditación. ESTO ES LA RELIGIÓN.
La religión consiste en hacer el bien a los demás, en practicar el amor, la misericordia, la veracidad y la pureza en todos los senderos de la vida. La religión es la filosofía en práctica, y la filosofía es la religión en teoría. La filosofía implica una búsqueda, una indagación y una pregunta constante. La religión consiste en sentir, realizar y experimentar.
Cualquier religión es tan buena como la otra. Cualquier sendero o camino que conduzca a lo Supremo es tan bueno como otro cualquiera. Por eso, además, de las religiones generalistas deben haber las minoritarias e incluso las más necesarias... las individuales. Todas ellas con un mismo objetivo la búsqueda de nuestra verdad. Las vacas tienen colores distintos, pero el color de su leche es el mismo. Hay muy distintos tipos de rosas, pero su fragancia es la misma. La religión es una sola, aunque son muchas las formas de practicarla. La diversidad es el orden de la creación, y la religión no es una excepción.
Cuando los obispos, y otros religiosos hablan de dogmas, tiemblo, la religión no es un dogma. El credo es como trozos de paja. No es la teología tampoco. No se trata de una mera creencia ni de una emoción. Tampoco es simplemente una corta oración que uno hace únicamente cuando sufre de cólico intestinal agudo o de un ataque de gota. Consiste, principalmente, en una vida de bondad y servicio, en una vida de meditación.
La esencia de la religión no consiste en pintarse signos sobre la frente, ni en dejarse crecer las greñas y una buena barba, ni de raparse la cabeza y cantar el hare-hare, ni tampoco en permanecer de pie bajo un sol sofocante o sumergido en agua helada, ni de llevar hábito de color naranja, ni en tocar las campanas, soplar la concha o tocar los platillos, sino en una vida de bondad, pureza y servicio en medio de las tentaciones mundanas.
No dejes que tus preferencias personales, la fuerza generada del convencionalismo o la opinión de fanáticos y sectarios te cieguen, haciéndote adoptar una visión estrecha de la religión. Has de ser capaz de diferenciar lo esencial de lo no esencial en la religión y en la filosofía, por medio del discernimiento y la discriminación puras. Sólo entonces podrás intentar ser feliz.
Texto del libro “GRITO AL SILENCIO: FILOSOFIA DE UN CABALLERO BONARIO”
EL PRINCIPE DE SEPTIMIO-BATHZABBAY EL TADMUR.-
La religión para los bonarios representa la relación entre los tres principios fundamentales, que son: el Ser Supremo de Luz, el mundo y el individuo. La religión proporciona solaz al peregrino exhausto en este plano terrestre, explicándole el misterio de la vida y mostrándole el camino hacia la morada inmortal.
La religión no implica una NEGACIÓN de la vida, sino la plenitud de ésta. Es la vida eterna. El hombre se convierte en Dios a través de la disciplina, el autocontrol y la meditación. ESTO ES LA RELIGIÓN.
La religión consiste en hacer el bien a los demás, en practicar el amor, la misericordia, la veracidad y la pureza en todos los senderos de la vida. La religión es la filosofía en práctica, y la filosofía es la religión en teoría. La filosofía implica una búsqueda, una indagación y una pregunta constante. La religión consiste en sentir, realizar y experimentar.
Cualquier religión es tan buena como la otra. Cualquier sendero o camino que conduzca a lo Supremo es tan bueno como otro cualquiera. Por eso, además, de las religiones generalistas deben haber las minoritarias e incluso las más necesarias... las individuales. Todas ellas con un mismo objetivo la búsqueda de nuestra verdad. Las vacas tienen colores distintos, pero el color de su leche es el mismo. Hay muy distintos tipos de rosas, pero su fragancia es la misma. La religión es una sola, aunque son muchas las formas de practicarla. La diversidad es el orden de la creación, y la religión no es una excepción.
Cuando los obispos, y otros religiosos hablan de dogmas, tiemblo, la religión no es un dogma. El credo es como trozos de paja. No es la teología tampoco. No se trata de una mera creencia ni de una emoción. Tampoco es simplemente una corta oración que uno hace únicamente cuando sufre de cólico intestinal agudo o de un ataque de gota. Consiste, principalmente, en una vida de bondad y servicio, en una vida de meditación.
La esencia de la religión no consiste en pintarse signos sobre la frente, ni en dejarse crecer las greñas y una buena barba, ni de raparse la cabeza y cantar el hare-hare, ni tampoco en permanecer de pie bajo un sol sofocante o sumergido en agua helada, ni de llevar hábito de color naranja, ni en tocar las campanas, soplar la concha o tocar los platillos, sino en una vida de bondad, pureza y servicio en medio de las tentaciones mundanas.
No dejes que tus preferencias personales, la fuerza generada del convencionalismo o la opinión de fanáticos y sectarios te cieguen, haciéndote adoptar una visión estrecha de la religión. Has de ser capaz de diferenciar lo esencial de lo no esencial en la religión y en la filosofía, por medio del discernimiento y la discriminación puras. Sólo entonces podrás intentar ser feliz.
Texto del libro “GRITO AL SILENCIO: FILOSOFIA DE UN CABALLERO BONARIO”
EL PRINCIPE DE SEPTIMIO-BATHZABBAY EL TADMUR.-