Desde la atalaya de la fe cristiana, las otras religiones parecen valles inferiores, nebulosos y quiméricos. La tendencia de la tradición judeo-cristiana a presentarse como única llama de la verdad, ha provocado el desinterés, el desconocimiento y un desprecio hacia las creencias en lo divino de otras tradiciones religiosas.
Este particularismo estrecho, sofoca la amplitud de una conciencia universal. Lo amplio contra lo ríspido. Siempre que surge un diálogo de cuestiones eternas siempre se intenta ser amable y entusiasta; pero no por ello exento de confrontación permanente.
La mayoría de los cristianos se abroquela tras el cristianismo como única verdad. Los altares de otras religiones exudan falsedad. Por el contrario, en la Orden Bonaria verbalizamos el respeto hacia todas las religiones y como no, hacia todos los Seres Humanos.
Intuimos un solo secreto tras diversas formas culturales de experimentar las diferentes tradiciones religiosas, con la influencia de sus tradiciones e historia.
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Este particularismo estrecho, sofoca la amplitud de una conciencia universal. Lo amplio contra lo ríspido. Siempre que surge un diálogo de cuestiones eternas siempre se intenta ser amable y entusiasta; pero no por ello exento de confrontación permanente.
La mayoría de los cristianos se abroquela tras el cristianismo como única verdad. Los altares de otras religiones exudan falsedad. Por el contrario, en la Orden Bonaria verbalizamos el respeto hacia todas las religiones y como no, hacia todos los Seres Humanos.
Intuimos un solo secreto tras diversas formas culturales de experimentar las diferentes tradiciones religiosas, con la influencia de sus tradiciones e historia.
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Todo lo divino, cualquier corriente arropa una misma intuición de lo sagrado que crepita en otras tradiciones espirituales.
Pero los cristianos cerramos la mente, hablamos con autoridad, e infringimos leyes en nombre de la Divinidad, mientras el mundo avanza en igualdad de derechos para todos los Seres Humanos, algunos cristianos no reconocen el derecho de las mujeres, de los homosexuales, de los tetrapléjicos, o de las personas con Síndrome de Down.
Mujeres son jueces, Ministros, Presidentes de Estado; pero según algunos Obispos, que basan sus excusas en textos “sagrados”, solo por ellos interpretados, no pueden ser sacerdotes, ni obispos; pueden tomar decisiones que influyen sobre millones de personas, declarar la guerra, meter a personas en la cárcel, pero no pueden entrar en contacto con la divinidad, y aunque madres, capaces de criar a sus hijos, y cuidar de sus Familias, no pueden interpretar la palabra de Dios.
Señores, esto es absurdo, y deberían de tomarse medidas legales contra Instituciones anti-igualdad y totalmente retrogradas, que permiten y exhortan a que se realicen este tipo de discriminaciones anticonstitucionales, invito a todos esos valerosos jueces, fiscales, y periodistas a que den paso un paso al frente, y comiencen a una campaña de conciencia e igualdad; ¡¡¡ igualdad, no aborto !!! La Igualdad se predica en familia, y en todos los ámbitos de la vida; ¿ la discriminación no es una violencia moral de género?.
Siento, y lo digo con el corazón, que debe haber sacerdotes, y obispos mujeres, y personas enfermas, e inválidos, con síndrome de Down, quién ha convivido con ellos, sabe del amor que muestran y emanan, si Dios es Amor, realmente son ellos sus ángeles.
Otro detalle, que me parece increíble, es, y todos sabemos, lo que digo, lo comprenderéis rápido, ¿ quién no conoce algún sacerdote amanerado, con movimientos gráciles y perfectos, acompañado siempre de su sobrino (y el sacerdote no tiene hermanas ni hermanos).?
Porque muchos van contra su propia realidad, atacando a otros seres humanos, que son libres sexualmente, idénticos a ellos.
Un pederasta es un ser enfermo que debe tratarse, un homosexual, sea lesbiana o gay, es un ser humano, con sus necesidades espirituales. Tratarlos como antes se hacía con los leprosos, no es comprender la diversidad del ser humano en toda su globalidad.
Cómo Príncipe y Diarca de la Iglesia Ortodoxa del Rito Sirio-Bizantino, y en reunión privada con el Consejo Episcopal, en unas primeras conversaciones, vamos a dar el primer paso de confirmar predicando con el ejemplo, influídos por ese espíritu Bonario, tanto en el aspecto espiritual, como en el religioso la igualdad “de facto” de todos los seres, consagrando a mujeres en la orden religiosa, así como dando la oportunidad a todos los necesitados, y olvidados, de nuestro Señor a sentirse de pleno derecho en una comunidad espiritual que los recibe con los brazos abiertos, con amor, compañerismo y energía en el trabajo de la verdadera CRISTOPOLIS.
No podemos ser retrógrados, y no comprender las realidades de millones de personas que ven pisados sus libertades cada día, si actuáramos así, no seríamos Bonarios, en el pleno derecho de la palabra.
El Príncipe de Septimio-Bathzabbay El Tadmur.-
Gran Maestre de la Orden Bonaria.-
Pero los cristianos cerramos la mente, hablamos con autoridad, e infringimos leyes en nombre de la Divinidad, mientras el mundo avanza en igualdad de derechos para todos los Seres Humanos, algunos cristianos no reconocen el derecho de las mujeres, de los homosexuales, de los tetrapléjicos, o de las personas con Síndrome de Down.
Mujeres son jueces, Ministros, Presidentes de Estado; pero según algunos Obispos, que basan sus excusas en textos “sagrados”, solo por ellos interpretados, no pueden ser sacerdotes, ni obispos; pueden tomar decisiones que influyen sobre millones de personas, declarar la guerra, meter a personas en la cárcel, pero no pueden entrar en contacto con la divinidad, y aunque madres, capaces de criar a sus hijos, y cuidar de sus Familias, no pueden interpretar la palabra de Dios.
Señores, esto es absurdo, y deberían de tomarse medidas legales contra Instituciones anti-igualdad y totalmente retrogradas, que permiten y exhortan a que se realicen este tipo de discriminaciones anticonstitucionales, invito a todos esos valerosos jueces, fiscales, y periodistas a que den paso un paso al frente, y comiencen a una campaña de conciencia e igualdad; ¡¡¡ igualdad, no aborto !!! La Igualdad se predica en familia, y en todos los ámbitos de la vida; ¿ la discriminación no es una violencia moral de género?.
Siento, y lo digo con el corazón, que debe haber sacerdotes, y obispos mujeres, y personas enfermas, e inválidos, con síndrome de Down, quién ha convivido con ellos, sabe del amor que muestran y emanan, si Dios es Amor, realmente son ellos sus ángeles.
Otro detalle, que me parece increíble, es, y todos sabemos, lo que digo, lo comprenderéis rápido, ¿ quién no conoce algún sacerdote amanerado, con movimientos gráciles y perfectos, acompañado siempre de su sobrino (y el sacerdote no tiene hermanas ni hermanos).?
Porque muchos van contra su propia realidad, atacando a otros seres humanos, que son libres sexualmente, idénticos a ellos.
Un pederasta es un ser enfermo que debe tratarse, un homosexual, sea lesbiana o gay, es un ser humano, con sus necesidades espirituales. Tratarlos como antes se hacía con los leprosos, no es comprender la diversidad del ser humano en toda su globalidad.
Cómo Príncipe y Diarca de la Iglesia Ortodoxa del Rito Sirio-Bizantino, y en reunión privada con el Consejo Episcopal, en unas primeras conversaciones, vamos a dar el primer paso de confirmar predicando con el ejemplo, influídos por ese espíritu Bonario, tanto en el aspecto espiritual, como en el religioso la igualdad “de facto” de todos los seres, consagrando a mujeres en la orden religiosa, así como dando la oportunidad a todos los necesitados, y olvidados, de nuestro Señor a sentirse de pleno derecho en una comunidad espiritual que los recibe con los brazos abiertos, con amor, compañerismo y energía en el trabajo de la verdadera CRISTOPOLIS.
No podemos ser retrógrados, y no comprender las realidades de millones de personas que ven pisados sus libertades cada día, si actuáramos así, no seríamos Bonarios, en el pleno derecho de la palabra.
El Príncipe de Septimio-Bathzabbay El Tadmur.-
Gran Maestre de la Orden Bonaria.-