Sunday, June 06, 2010

Ordenes Iniciáticas en la Alemania Nazi.-

Cuando afirmamos, que las sociedades secretas, y la conspiración están envueltas en cada una de las cédulas existenciales de nuestra vida, muchos no lo creen, y siguen, viviendo, ignorantes y felices en su realidad. La Segunda Guerra Mundial, fue una guerra de Órdenes y Sociedades Iniciáticas, con una razón mucho más profunda.

Para traer algo más de luz sobre el “tercer Reich”, envuelto en misterio, y sobre el papel desempeñado por Adolf Hitler, debo retroceder algo más lejos en el tiempo.

Sin embargo, pocas personas conocen los verdaderos motivos de la época. Por todas partes se oye hablar de la “doctrina de raza de la elite aria" y de "las cámaras de gas para los judíos”, pero nadie conoce el origen de esos hechos.

En los libros escolares, se habla a los alumnos del malvado Adolf Hitler, que sostenido por una propaganda bien organizada y por hipnosis de las masas, es según toda la apariencia; el único responsable de esos acontecimientos.

Pero no se les habla de quién obtuvo su ideología, ni quien lo propulsó a esa posición. Y sobre todo quién lo financiaba. Los libros que podrían desvelar estas razones, fueron voluntariamente sustraídos por los Aliados e incluso está prohibido, hasta opinar. Esto también ha contribuido a mantener hasta nuestros días un sombrío velo de misticismo sobre el pasado de los alemanes.

Es por eso que pienso que es necesario aclarar lo que quedó oculto, incluso si las tesis de los SS pueden parecer increíbles a más de uno. Encontraréis aquí “verdadera materia” de discusión, para hablar de mí en foros, y blogs; ¡ que no se apague el fuego !.

Entre 1880 y 1890, se reunieron muchas personalidades, entre ellas, algunas de las cabezas más eminentes de Inglaterra, para constituir La Orden Hermética de la Aurora Dorada (The Hermetic Order of the Golden Dawn).







Los miembros de la Golden Dawn eran reclutados, en primer lugar, en la Gran logia de la Francmasonería inglesa (logia madre) y en la Orden de los Rosacruces. La Golden Dawn era el punto culminante de la francmasonería esotérica inglesa de la época, y constituía su núcleo más íntimo y secreto.

Entre otros miembros se encontraban:

Florence Farr; W. B. Yeats, premio Nobel de literatura;
Bram Stoker (autor de Drácula);
Gustav Meyrink (autor de los libros “El Golem” y “El Rostro Verde”);
Aleister Crowley (el mago más conocido en estos últimos 100 años, que se pasó posteriormente a la magia negra, fundador de la Iglesia Thelema y francmasón de 33.º grado del Rito Escocés);
Rudolf Steiner (escritor y filósofo, fundador de la antroposofía - “que constituye una escisión de la teosofía”) , francmasón del 33.º grado el Rito Escocés, dirigente de la “Sociedad Teosófica” alemana, Gran Maestre de la orden de los Iluminados, Ordo Templi Orientis (Oto) y Gran Maestre de la rama Mysteria Mystica Aeterna.

Por divergencias en los puntos de vista, posteriormente abandonó la Golden Dawn.
Steiner rechazó aceptar en la Golden Dawn al ocultista Trebisch-Lincoln; lo que le costó el cargo a través de ataques y difamaciones.


Rudolf Steiner.-



Aleister Crowley.-



En 1917, se reunieron en Viena las siguientes personas: el ocultista barón Rudolf von Sebottendorf, discípulo de Gurdjieff; Karl Haushofer; el aviador de combate Lothar Waiz; el prelado Gernot de la Sociedad de los Herederos de los Templarios (Societas Templi Marcioni, de la que deriva una de las líneas de la Orden Bonaria), y Maria rsitsch (Orsic), una médium de Zagreb.


Karl Haushofer


Estas personas habían estudiado mucho las doctrinas y los rituales de la Golden Dawn, y se hallaban particularmente bien informadas acerca de las logias secretas asiáticas.

Sebottendorf y Haushofer, en particular, eran experimentados viajeros de la India y del Tibet, muy impregnados de las doctrinas y mitos de estos países. Haushofer mantuvo contactos durante la Primera Guerra con una de las más influyentes sociedades secretas de Asia, la de los “Birretes Amarillos”. Ésa fue fundada en 1409 por el reformador budista Tsongkhapa.

Haushofer fue iniciado allí y juró suicidarse si su “misión” fracasaba. Fruto de estos contactos, se establecieron comunidades tibetanas en la Alemania de los años 20.

Durante las reuniones en Viena, los cuatro jóvenes esperaban aprender algo sobre los textos de las revelaciones secretas de los templarios, así como sobre la cofradía secreta “Los Maestros de la Piedra Negra”. El prelado Gernot pertenecía a la Sociedad de los Herederos de los Templarios que, por lo que sé, es la única verdadera sociedad templaria de la cuál nosotros somos herederos, y que hoy en día es desconocida, en los archivos del Gran Maestre de la Orden Bonaria, se encuentra el libro manuscrito de dicha Sociedad.

El prelado Gernot les habría hablado sobre la venida de una nueva era, del paso de la era de Piscis a la era de Acuario. Allá se hablaba de que nuestro año solar, correspondiendo con las doce revoluciones de la luna, está dividido en doce meses, así como la revolución del nuestro sol alrededor del gran sol central (el sol negro del cual hablan los antiguos mitos) está dividido en doce partes.

Es todo eso, sin olvidar la presesión del movimiento cónico de la Tierra sobre sí misma debido a la inclinación de su eje, lo que determina las eras.

Según esos datos, un “mes cósmico” dura 2.155 años, un “año cósmico” dura cerca de 25.860 años. Según los templarios, nos hallamos no solamente en las puertas de una Nueva era (como sucede cada 2.155 años), sino también al final de un año cósmico y a las puertas de otro.

Habiendo completado sus 25.860 años, la Tierra recibe los últimos débiles rayos de la era de Piscis antes de entrar en las fuertes radiaciones de la era de Acuario. Abandona, según la definición indo-aria, la época del "Kali-Yuga", la era del pecado. Todos los cambios de era acarrearon turbulencias políticas, religiosas, sociales e incluso geológicas de gran amplitud.

Esa fase de transformación de la antigua era hacia la nueva es denominada en la doctrina de Mesopotamia los “tres pasos dobles de Marduk”. Es un lapso de 168 años en medio del cual se espera en la Tierra la llegada del rayo Ilu, el rayo divino.

Después de sabios cálculos, los templarios designaron el día 4 de febrero de 1962 como fecha de la aparición de dicho rayo. Así fue como se conoció la fecha correspondiente a la mitad de este período de transformación de 168 años, y que se previeron acontecimientos particularmente importantes para los años 1934 y 1990.

Podemos suponer que el tema principal de conversación entre las personas arriba mencionadas se refería a los supuestos de un pasaje del Nuevo Testamento de Mateo 21:43, en el que Jesús se dirige a los judíos: “el reino de Dios os será retirado y dado a otro pueblo que producirá frutos”.

El texto original completo a ése respecto, que se encuentra en los archivos de la Societas Templi Marcioni, habla de esto de manera muy clara: De hecho, Jesús dijo concretamente de qué “otro pueblo” se trataba, ya que estaba hablando a unos germanos que servían en una legión romana y les dijo que ése sería SU pueblo. Era eso lo que Sebottendorf y sus amigos querían saber definitivamente: el pueblo germano, por tanto, alemán, había sido encargado de crear un reino de luz sobre la Tierra. Se había anunciado que el rayo penetraría la Tierra en el monte Untersberg, cerca de Salzburgo.

A finales de septiembre de 1917, Sebottendorf se encontró con los miembros de la sociedad “Los Maestros de la Piedra Negra” en el monte Untersberg para recibir el poder de la piedra violeta-negra, nombre que había inspirado el de la sociedad secreta, así como los clavos de Cristo.

Los Maestros de la Piedra Negra, que emergieron en 1221 de la sociedad de los templarios marcionistas, y que estaban dirigidos por Hubertus Koch, tenían por objetivo combatir el mal en este mundo y participar en la construcción del reino de luz de Cristo.

Según esta logia, esa fuerza sombría que era necesario combatir se había manifestado en el pretendido “Antiguo Testamento” de la Biblia, siendo “Dios”, a través de Moisés y de otros médiums. Yahvé se dirige así a Abraham con las palabras hebreas: "Ani ha El Shaddai" traducido como " Yo soy El Schaddai" - “el gran ángel caído” (Schaddai El) - el Satán" (ver la traducción original de la Biblia, Génesis 17:1).

Sebottendorf había encontrado respuesta para su pregunta: El Schaddai, el Dios del Antiguo Testamento, fue el corruptor, el adversario de Dios. Sus adeptos participaban por tanto de la destrucción de la tierra, de la naturaleza, de los seres humanos. Eran los hebreos, el pueblo judío.

Jesús lo explica sin preámbulos en el Evangelio de Juan las 8: 30-45, cuando él dijo a los judíos:

"ellos (los judíos) respondieron: “Nuestro padre es Abraham”. Jesús les dijo: Si fuerais hijos de Abraham, haríais las obras de Abraham. Sin embargo, vosotros queréis matarme a mí, un hombre que os ha dicho la verdad que ha oído de Dios.

¡Abraham no hizo esto! Vosotros hacéis las obras de vuestro padre. Entonces ellos le dijeron: “No nacimos de la prostitución; tenemos un padre, Dios”. Jesús les dijo: "Si Dios fuese vuestro Padre me amaríais, porque vengo de Dios, y si vengo de él, ya que no vengo de mí mismo, ya que es él quién me ha enviado ¿por qué no comprendéis mis palabras? Porque no podéis escuchar mi palabra. Vosotros tenéis por padre al diablo y vosotros queréis cumplir los deseos de vuestro padre. Ha sido un asesino desde el principio y no perseveró en la verdad, ya que en él no hay verdad. Cuando miente habla de su propio fondo, porque es mentiroso y padre del embuste. Pero yo, porque digo la verdad, no me creéis".


Muchos preguntan siempre ingenuamente: ¿por qué Hitler se cebó precisamente en los judíos?

Espero que las líneas escritas arriba lo aclaren. Según la Sociedad Thule, de dónde surgieron más tarde el DAP, el NSDAP, los SS, etc., el pueblo judío tenía la misión recibida por el Dios "Yahvé" del Antiguo Testamento de “crear un infierno en la Tierra” siendo el causante de las guerras y discordias en la Tierra como pueblo escogido para la destrucción.



Las personas de Thule conocían perfectamente lo que eran los sistemas bancarios judíos, esdecir, de Rothschild y compañía, así como los Protocolos de los Sabios de Sión. Se sentían enviados, de acuerdo con la revelación de Sajaha, para combatir a este pueblo y concretamente al sistema de logias judías (francmasonería sionista) y de sus bancos a fin de crear el reino de luz en la tierra.

En torno al barón Rudolf von Sebottendorf se formó un círculo que en 1918 pasó de la “orden germánica” a la “Sociedad Thule”, en Bad Aihling.

Además de prácticas de la Golden Dawn, tales como el tantrismo, el yoga y las meditaciones orientales, ellos se entregaban a la magia, a la astrología, al ocultismo, descifraron el saber de los templarios e intentaron establecer una relación entre esos terrenos y la política.

La Sociedad Thule creía (según la revelación de Isaías) en la venida de un Mesías, “el tercer Sargon”, que debía traer la gloria y una nueva cultura aria para Alemania. Los miembros, más importantes, nombrados por Dietrich Bronder en su libro Bevor Hitlerkam (Antes de la venida de Hitler) y por E. R. Carmin en “Gurú Hitler” (idem) son los siguientes:

1. Barón Rudolf von Sebottendorf, gran maestre de la orden;
2. Guido von List, maestre de la orden;
3. Jörg Lanz von Liebenfels, maestre de la orden;
4. Adolf Hitler, Führer, canciller del Reich y jefe supremo de las SS;
5. Rudolf Hess, adjunto al Führer;
6. Hermann Göring, mariscal del Reich y jefe supremo de las SS;
7. Heinrich Himmler, jefe de la SS del Reich y ministro del Reich;
8. Alfred Rosemberg, ministro del Reich y dirigente de los nacionalsocialistas;
9. Dr. Hans Frank, dirigente de los nacionalsocialistas y gobernador general de
Polonia;
10. Julius Streicher, jefe supremo de las SS y dirigente de la región Franconia;
11. Dr. Karl Haushofer, general de brigada en la reserva;
12. Dr. Goufried Heder, secretario de Estado jubilado;
13. Dietrich Eckart, jefe-redactor del “Völkischer Beobachter”;
14. Berhard Stempfle, confesor y amigo íntimo de Hitler;
15. Theo Morell, médico personal de Hitler;
16. Franz Gürtner, jefe de la policía de Munich;
17. Rudolf Steiner, fundador de la doctrina antroposófica;
18. W. O. Schumann, doctor y maestro de la Facultad de Ciencias de Munich;
19. Trebisch-Lincoln, ocultista y viajero del Himalaya;
20. Condesa Westrap;



Guido Von List



Y algunos más...

La Sociedad Thule se dividió, más tarde, en dos ramas, la rama esotérica (del griego esoteros, que significa interior.), de la cual formaba parte Rudolf Steiner, y la rama exotérica (del griego exoteros, que significa exterior.), de la cual Hitler tomó, más tarde, la dirección.

En cualquier caso, Hitler persiguió, más tarde a Steiner y a sus discípulos y los hizo ejecutar, por miedo a que delataran los verdaderos principios espirituales del nazismo, y de su cruzada contra el Sionismo de Shambala.

Algunas de las doctrinas capitales que marcaron fuertemente la Sociedad Thule fueron la religión germano-aria Wihinai, elaborada por el filósofo Guido von List; la glaciología del mundo de Hans Horbiger y el cristianismo original de los adeptos de Marcion, que se opuso al Antiguo Testamento.



Hans Horbiger



En cualquier caso el círculo más íntimo se había aliado contra los judíos del mundo entero y contra la francmasonería, y sus logias.

Sin embargo muchos autores pretenden que la Sociedad Thule había mantenido, además, otra ideología.

La Historia de “Thule” en pocas palabras:

“Última Thule”, había sido la capital del primer continente colonizado por los arios.

Éste se llamaba Hiperbórea y habría sido más antiguo que Lemuria y la Atlántida (continentes sumergidos, habitados antaño por grandes civilizaciones). Existe en Escandinava una leyenda con respecto a “Última Thule” un país maravilloso en el Gran Norte donde el sol no se pone jamás, y donde vivirían los ancestros de la raza aria.

El continente “hiperbóreo” habría estado situado en el Mar del Norte y habría desaparecido en las aguas con ocasión de una era glacial. Se supone que sus habitantes habían venido antaño del sistema solar de Aldebarán, que es el astro principal de la constelación de Tauro, y que medían cerca de cuatro metros de alto, tenían la piel blanca y eran rubios con los ojos azules.

Según los supuestos textos de Thule, los hiperbóreos tenían una tecnología muy avanzada, y habrían utilizado los Vril-ya, ingenios voladores que conocemos hoy en día con el nombre de Ovnis.

Gracias a la existencia de dos campos magnéticos inversamente rotatorios, esos discos voladores habrían sido capaces de mantenerse en el aire, alcanzar velocidades enormes y realizar maniobras en vuelo, desempeño que observamos también en los Ovnis. Habrían utilizado la fuerza Vril como potencial energético, es decir, como combustible (Vril = éter, o prana, chi, fuerza cósmica, orgon...

Este nombre deriva también del acadio vri-IL que significa “semejante a la más alta divinidad” o “igual a Dios”.).

Substraían pues la energía (que no costaba nada) del campo magnético terrestre, como lo hace el conversor de taquiones del comandante Hans Coler, o el motor “espacial cuanta” desarrollado por Oliver Crane.

Cuando el continente hiperbóreo empezó a sumergirse sus habitantes empezaron a perforar gigantescos túneles en la corteza terrestre con grandes máquinas, estableciéndose bajo la región del Himalaya.

Este reino subterráneo recibe el nombre de Agartha o Agarthi, y su capital se denomina Shambhalla. Los persas denominaron a ese reino subterráneo “Aria” o “Arianne”, el país de origen de los arios. Precisemos aquí que Karl Haushofer afirmaba que Thule era, de hecho la Atlántida y que contrariamente a todos los otros investigadores del Tibet y de la India, decía que los sobrevivientes de Thule-Atlántida se habían dividido en dos grupos, uno bueno y uno malo.

Los buenos, que debido a su oráculo tomaron el nombre de Agarthi, se habrían instalado en la región del Himalaya; los malos, que según Haushofer se denominaban los Shambhalla, y que querían reducir a los seres humanos a la esclavitud, se habrían dirigido a Occidente.



Símbolo de Agharta, terriblemente parecido al Símbolo de UMMO. El casi UMMITA, tiene atormentados a muchos investigadores.

Haushofer afirmaba que existía una contienda desde hacía millares de años entre los de Agarthi y los de Shambhalla, combate que a su vez reemprendió la Sociedad Thule, con el tercer Reich representando los Agarthi, contra los de Shambhalla, francmasones y sionistas. Probablemente ésta era también la misión de Haushofer.

El soberano de ese reino sería “Rigden Iyepo”, el rey del mundo, y su representante en la Tierra sería el Dalai Lama. Haushofer estaba persuadido de que ese reino subterráneo bajo el Himalaya era el punto de origen de la raza aria. Supuestamente habría obtenido la prueba de ello con ocasión de sus numerosos viajes al Tibet y a la India.


La insignia de Thule habría sido la esvástica con los brazos girados a la izquierda. Según las creencias de los lamas tibetanos y del Dalai-lama en persona, las personas de Agarthi existen aún hoy. El reino subterráneo, que está bien arraigado en casi todas las enseñanzas orientales, se habría expandido a lo largo de milenios bajo toda la superficie de la tierra, con inmensos centros bajo el Sahara, bajo Yucatán en México, bajo las montañas del Mato Grosso y bajo las montañas de Santa Catarina en Brasil, bajo el monte Shasta en California, en Inglaterra, Egipto y Checoslovaquia...

Hitler se habría empeñado concretamente por encontrar las entradas del reino subterráneo de Agartha, y entrar así en contacto con los descendentes de los “hombres-dioses” arios de Aldebarán-Hiperbórea.

En las leyendas y tradiciones de ese reino subterráneo se relata, entre otras cosas, que habrá en nuestro globo una guerra mundial (la tercera) que terminará debido a los temblores de tierra y otras catástrofes naturales, entre ellas la inversión de los polos, que causarán la muerte de dos tercios de la humanidad.

Tras esta “última” guerra las diferentes razas del interior de la tierra se reunirán de nuevo con los supervivientes de la superficie del globo y entrarán en la milenaria “Edad de Oro” (era de Acuario).

Hitler quería crear una “Agartha” o “Ariana” sobre la tierra con la raza de los maestros arios, y el lugar debía ser Alemania. Durante el “Tercer Reich”, hubo dos grandes expediciones de las SS al Himalaya para encontrar las entradas al reino subterráneo.





Otras expediciones se realizaron en los Andes, las montañas del Mato Grosso y de Santa Catarina en Brasil, en Checoslovaquia y en Inglaterra.

Algunos autores afirman también que las personas de Thule creían que independientemente del sistema de túneles y de ciudades subterráneas, la Tierra era hueca, con dos grandes entradas, una en el polo Norte y otra en el polo Sur. Se referían a las leyes de la naturaleza: “tal el microcosmo, tal el macrocosmo”. Ya se trate de una célula sanguínea, una célula corporal o un óvulo, un cometa o un átomo, todos ellos tienen un núcleo y una cavidad envuelta por una cobertura, la corona radiata, la propia vida ocurre, pues, en el interior.

Las personas de Thule habrían llegado a la conclusión de que la Tierra debía estar constituida según el mismo principio.




Por tanto la Tierra también debía ser hueca (lo que corresponde además con las afirmaciones de los lamas tibetanos y del Dalai Lama), y debía tener un núcleo, es decir, un sol central que confiere a su interior un clima regular y una luz solar permanente. La verdadera vida de nuestro planeta tenía lugar en su interior, la raza de los maestros viviría adentro, y los mutantes en la superficie. Esta sería la razón de que no podamos descubrir vida sobre los otros planetas de nuestro sistema solar, ya que los habitantes vivirían también en su interior.

Las entradas principales serían en el polo Norte y en el polo Sur, polos atravesados por la luz del sol central, que crearía las “auroras boreales”, las pretendidas luces de los polos. La masa sólida ocuparía mayor volumen en el interior de nuestro planeta que la masa de aguas.



Fotografía de la serie realizada desde el satélite " Essa 7" en donde se nota el proceso de apertura del Polo

Según el explorador de los polos Olaf Jausen y otros exploradores, el agua en el interior sería agua dulce, lo que explicaría por qué el hielo del Ártico y del Antártico no está constituído por agua salada y si agua dulce. Esta tesis sobre la constitución de nuestra tierra estaría apoyada por los testimonios de exploradores de los polos Cook, Peary, Amundsen, Nansen, Kane y también por el almirante E. Byrd. Ellos tuvieron las mismas extrañas experiencias que no concordaban con las teorías “científicas” establecidas.

Habrían verificado que el viento se calentaba por encima de los 76º de latitud, que las aves volaban por encima del hielo en dirección al Norte y que otros animales, como los zorros, se dirigían en la misma dirección.

Encontraron nieve coloreada y gris que al derretirse liberaba un polen de flores multicolores o cenizas volcánicas. Se impone la pregunta: ¿de dónde procede el polen de las flores encontrado en el polo Norte? ¿De dónde el polvo volcánico, ya que en las cartas geográficas oficiales de que disponemos no figura registrado ningún volcán?

Además, algunos investigadores se habían encontraron a veces sobre un mar de agua dulce, y todos relataron haber percibido en un momento dado del viaje dos soles. También habían encontrado mamuts con la carne aún fresca cuyos estómagos algunas veces contenían hierba también fresca.
Para las personas de Thule esos mitos sobre “la tierra hueca” eran, manifiestamente demasiado abundantes como para no ser tomados en serio. Por lo menos durante la Segunda Guerra Mundial una expedición tuvo lugar al Antártico...

Para mostrar que la historia de los hiperbóreos arios no es algo sin fundamento, he aquí dos ejemplos:

Cuando en 1532 los conquistadores españoles al mando de Pizarro llegaron a América del Sur, los indígenas los llamaron vicarochas (maestros blancos). En sus leyendas, se trataba de una raza de maestros gigantes de piel blanca que, siglos antes, habían descendido del cielo en “discos voladores”.

Estos últimos habrían reinado durante mucho tiempo sobre una parte de sus ciudades y luego habrían desaparecido, no sin prometer que volverían. Los indígenas creyeron estar viendo el retorno de los vicarcochas en los españoles de piel clara, y por tanto al principio les entregaron su oro.

Lo mismo ocurrió en el Tibet y otras regiones del Himalaya cuando llegaron los primeros viajeros blancos. Los tibetanos los miraron intrigados, preguntándoles por qué venían de abajo (del pie de la montaña), ya que habitualmente llegaban de lo alto.

Vosotros, amigos lectores, ¿nunca oísteis hablar de esto? ¿No?

Es una lastima, pues la ideología de los dirigentes alemanes del Reich estaba basada en el tema del Schaddai, lo que tuvo como consecuencia la persecución de los judíos, sobre la revelación de Isaías, sobre el saber de los templarios y quizá también sobre esto que acabo de relatar. Estos temas subyacían en todas las acciones emprendidas, incluyendo el desencadenamiento de la Segunda Guerra Mundial.

Hay dos formas de concebir todo esto:

O bien toda la elite del tercer Reich tenía el espíritu desequilibrado u os tomáis el trabajo de averiguar si todas estas historias contienen algo de verdad.

No es en Alemania donde encontraréis libros que traten el tema, ya que toda la literatura que podía aclarar algo fue radicalmente eliminada por los Aliados.

En octubre de 1918 Sebottendorf pasó la consigna a los hermanos de logia Karl Harrer y Anton Drexler de que formasen un círculo de trabajadores. Éste se convirtió posteriormente en el Partido de Trabajadores Alemanes, (Deutsche Arbeiterpartei, DAP). La revista de la Sociedad Thule era el Völkischer Beobachter (El Observador del Pueblo).

Fue directamente absorbida por la NSDAP, que se formó a partir del DAP.

En octubre de 1918, el joven ocultista y esotérico Adolf Hitler (llamado en realidad Adolf Schicklgruber, Hitler era el apellido de soltera de su madre) entra al DAP, el partido de Thule, donde se remarca su talento como orador.

Trevor Ravenscroft en su libro Der Speer des Schicksals (La Lanza del Destino), escribe lo que también había dicho un amigo de juventud de Hitler, Walter Johannes Stein, convertido más tarde e consejero del francmasón Winston Churchill:

"Hitler, que a la edad de 20 años era ya un gran adepto del misticismo, intentaba alcanzar niveles de conciencia elevados con ayuda de drogas. A través del librero Pretzsche en Viena, adepto del misticismo germano, y de la doctrina de la raza de los maestros arios que de ella provenía, Hitler se forjó las bases de su futura visión del mundo y, con su ayuda utilizó el peyote (la mescalina), como droga alucinógena para alcanzar la iluminación mística. Fue también en esa época, cuando Hitler tuvo también conocimiento de los “Protocolos de los Sabios de Sión”, lo que acentuó su aversión por los judíos".




Walter Johannes Stein, amigo de la juventud de Hitler, pasó a ser consejero de Winston Churchill, durante la Segunda Guerra Mundial.



No resulta sorprendente que Hitler, dependiente de las drogas desde joven, tomase fuertes narcóticos durante toda su vida. Según el diario de a bordo de su médico personal, Theodor Morell, durante los seis años que duró la guerra Hitler recibió inyecciones de diferentes calmantes, de estricnina, de cocaína, de derivados de la morfina y otras drogas.

Hitler fue incorporado por la DAP, el partido de Thule, como orador electoral y más tarde aprendió a leer y a escribir correctamente gracias a Dietrich Eckart, antibolchevique y hermano de la Sociedad Thule. Eckart hizo de él la personalidad que luego conocimos. Lo introdujo en los círculos de Munich y Berlín, y Hitler adoptó la casi totalidad de los conceptos de la Sociedad Thule.

En 1924, cuando Hitler se encontraba en la prisión en Landsberg a consecuencia del fracasado Putsch de Münich, Haushofer pasó varias horas al día con él transmitiéndole sus teorías y proyectos. Entre otros le suministró el libro de Lord Bulwer-Lytton, "The Coming Race" (La Raza Venidera). La descripción que hace Bulwer-Lytton de una raza aria altamente desarrollada que vive debajo de la Tierra es casi idéntica de la que antes hablamos. En su libro, las naves en forma de disco juegan un papel especial. Como también lo tuvo la publicación del libro de Ferdinand Ossendowski, “Bestias, hombres y dioses”, que desvelaba las leyendas de Agartha y Shambhalla.

Hitler se hallaba completamente absorbido por la busca del reino subterráneo y por la doctrina de la raza aria propia de los miembros de la Sociedad Thule. Haushofer y Rudolf Hess tuvieron a su cargo la instrucción política de Hitler. Fue en la prisión de Landsberg que Hitler escribió "Mein Kampf", haciendo una amalgama de las teorías de Haushofer, los pensamientos de Rosenberg y la propaganda política. Rudolf Hess se encargó de la formulación exacta y pasó su texto a máquina.

La influencia de Karl Haushofer, designado como el “gran mago del tercer Reich”, muestra el papel desempeñado por el misticismo y el ocultismo en el Reich. Le atribuían a Haushofer el “don de la profecía”, y es la precisión de sus predicciones la que le procuró una ascensión fulgurante en los influyentes medios ocultos de la época de pre guerra en Alemania.



Dietrich Eckart, tutor de Hitler, en la Sociedad Thule.-



Jack Fisherman escribió a este respecto, en el libro "The Seven Men of Spandau", que Rudolf Hess, entre otros, estaba completamente obnubilado por las ideas y teorías de Haushofer. Su extraño viaje a Inglaterra lo demuestra., En efecto, Haushofer había tenido un sueño en el cual “divisaba a Rudolf Hess atravesando los pasillos de los castillos ingleses llevando la paz a las dos mayores naciones nórdicas”.

Y como Hess estaba persuadido de la certeza de las profecías de Haushofer, siguió ese sueño al pie de la letra.
Nos daremos cuenta de hasta qué punto los dirigentes del tercer Reich tomaron a su cargo el “las formulaciones” mágicas de la Sociedad Thule.

El saludo de Thule, Heil und Sieg (Salvación y Victoria) fue retomado por Hitler quién lo transformó en Sieg Heil. Este saludo dicho con el brazo levantado forma parte de un ritual mágico que se utiliza en la formación de vueltas. Franz Bardon describió con detalle las vueltas mágicas y sus utilizaciones. Franz Bardon, denominado también Frabato, ha sido para mí el más conocido mago alemán (1909-1958).



Fabrato, el Aleister Crowley alemán.-



Hitler le propuso ocupar puestos elevados de gobierno a condición de que pusiese a su disposición sus talentos de mago para ayudarlo a ganar la guerra. Bardon debía además revelar a Hitler las direcciones de las otras noventa ocho (del total de 99) logias existentes en la Tierra. Cuando Bardon se negó a ayudarle, fue sometido a las peores torturas. (Frabato, Franz Bardon, P. 173)

Pero los alemanes no fueron los únicos en utilizar ritos mágicos con fines políticos. La señal de la victoria de los ingleses, señal en "V" con los dedos separados, hasta 1940 sólo era conocido por los grandes iniciados en los más altos grados francmasones. Cuando en 1940 Winston Churchill, francmasón de alto grado, temió que Inglaterra fuese subyugada por la señal mágica de Hitler, que aparentemente tenía éxito (el saludo de Hitler), su mentor en magia, el satanista Alistair Crowley, le aconsejó que contrarrestara ese peligro con la señal mágica de los dedos apartados.



Las SS, denominadas también La Orden Negra, no eran en forma alguna un regimiento policial, sino una verdadera orden religiosa con una estructura jerárquica. ¿Quién hubiera podido pensar que el brutal partido nazi era una orden sagrada? Tal afirmación puede parecer ridícula, fuera de época, pero no es la primera vez en la historia que una orden sagrada es la responsable de actos y atrocidades sin nombre.

Los jesuitas así como los dominicos que en la Edad Media dirigieron la Inquisición, son prueba evidente.

La Orden Negra era la manifestación concreta de las concepciones esotéricas y ocultas de la Sociedad Thule. En el interior de las SS se encontraba otra sociedad secreta, la elite, el círculo más íntimo de las SS: la SS “Sol Negro”. Nuestro sol giraría en torno a ese sol negro, es decir, a un gran sol central, el sol primordial, al que se representa por la cruz con los brazos isósceles. Esta cruz fue dibujada sobre los aviones y coches del tercer Reich.

Los templarios, los Rosacruces y muchas otras antiguas logias todavía la empleamos según esa misma óptica.



La Sociedad Thule y aquéllos que más tarde se convertirían en las SS Sol Negro trabajaron en estrecha colaboración no sólo con la colonia tibetana de Berlín, sino también con una orden de magia negra tibetana. Hitler estaba en contacto permanente con un monje tibetano con guantes verdes, que era designado como el “guardián de la llave” y que habría sabido dónde se encontraba la entrada de Agartha (la Aria).

El 25 de abril de 1945, los rusos descubrieron en un sótano berlinés los cadáveres de seis tibetanos dispuestos en círculo, en cuyo centro e encontraba el hombre de los guantes verdes. Se dice que fue un suicidio colectivo. El 2 de mayo de 1945, tras la entrada de los rusos en Berlín, encontraron a más de 1.000 hombres muertos que, sin la menor duda, eran originarios de las regiones del Himalaya y que habían combatido con los alemanes. ¿Qué hacían los tibetanos, a miles de kilómetros de su tierra, con uniformes alemanes?

Durante el tercer Reich numerosos jóvenes fueron formados por el “Sol Negro”; eran consagrados en la fortaleza de Wewelsburg y enviados al Tibet para allí seguir sobreviviendo y disponerse para afrontar el gran combate final de este fin de siglo, iniciándose en la ceremonia tántrica del KALACHAKRA.-

Según los relatos de Franz Bardon, Adolf Hitler era también miembro de una logia “FOGC” (orden francmasona de la centuria de oro), conocida, de hecho, como la 99.ª logia.

Franz Bardon confirmó que Hitler y la orden Thule fueron un instrumento en manos de un grupo de magos negros tibetanos. Sólo quién sabe esto puede comprender la frase de Hitler con ocasión de su discurso el 30 de enero de 1945: "No es “Asia Central” quién saldrá victoriosa de esa guerra, sino Europa y a su cabeza la nación que después de 1.500 años se ha revelado como la potencia predominante capaz de representar a Europa contra Oriente, y que la representará también en el futuro: ¡hablo de nuestro gran Reich alemán, de la nación alemana! (Discurso y proclamación de Hitler de 1932 a 1945 - de Max Domarus).

Al hablar de Magos Negros, no lo decimos en el sentido literal de la palabra, sino en el de los BONETES NEGROS, de la tradición BON PO.

Hubo también otra sociedad secreta que anunció la venida de un Mesías ario, la Sociedad Edelweiss. Hermann Göring, responsable de las finanzas nazis, era miembro
de ella.

En el próximo capítulo, “LA SOCIEDAD VRIL”.

El Príncipe de Septimio-Bathzabbay El Tadmur

Fragmento del Libro, “EL OJO DE UN INICIADO”