Friday, June 04, 2010

La Sociedad Secreta de Carlomagno.-

La Santa Vehme era una sociedad secreta medieval, perduró hasta el S. XIX y sus métodos estaban pensados para tocar los miedos profundos del pueblo.

Los orígenes de la Santa Vehme están envueltos en leyenda. Se cree que Carlomagno, tras su victoria sobre los sajones y su intento de cristianizarlos, encontró unos rebeldes incontrolables que le causaban muchos inconvenientes, sobre todo el duque sajón Widukind .

Se dice que este gobernante envió un emisario al Papa León III para pedirle consejo sobre estos paganos insurrectos. El Papa no le respondió, fue al jardín, cortó las malas hierbas y las colgó para secarlas. El emisario contó a Carlomagno lo visto y éste lo interpretó a su manera creando en el 772 la Santa Vehme, también conocida como “los tribunales secretos de Westfalia” por ser donde comenzaron su “sagrada misión”.

Expansión

La llama de su poder se extendió rápidamente y empezaron a conocerse como “La Corte Vehémica”, Vehmgericht o “Cortes Libres” (Freigerichte). Carlomagno les dio el llamado “poder sobre la vida y la muerte” (blutbann), es decir, la capacidad de ejecutar libremente a quien consideraran culpable de delito. Alemania se llenó de temor hacia los espías y secretos verdugos que podían ser cualquiera de sus vecinos.

Básicamente se castigaba la falta hacia los diez mandamientos, la moralidad o la patria y con la pena máxima, es decir, la muerte para así sembrar el terror.
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Aunque eruditos más cercanos a la época activa de esta sociedad, como por ejemplo Sebastián Munster (1488-1552), creen como verdadero el origen en Carlomagno, otros lo creen en tiempos de Rey Ricardo Corazón De León, dado que la fechas de los documentos más antiguos de un juicio véhmico datan del 1267 en el que se juzga a un tal Gervin de Kinkenrode por romper sus obligaciones feudales con su herencia.

Rituales de iniciación de la Santa Vehme

Funcionaban como una sociedad secreta, con sus rituales y pruebas de iniciación, sus secretos y códigos que sólo entendían entre ellos, así como claves para reconocerse
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Los neófitos eran reclutados por un alto dignatario del tribunal, los Freistuh (era como un guía espiritual). Debían pasar dos fases de iniciación. Se desconoce en qué consistían exactamente, pero si se sabe que primero estaba la fase de “el que ignoraba” que, una vez superada, se convertiría en “el sabio o el que conoce” (wissende)

Postulante y maestros

El postulante debía presentarse con la cabeza rapada ante sus maestros, responder sus preguntas sobre su honor y cualidades, arrodillarse, colocar el dedo pulgar e índice sobre un dogal y la hoja de un puñal o espada ritual con las letras S.S.G.G grabadas, de significado todavía ignorado, pero con un profundo carácter místico.

Prestando el siguiente juramento bajo pena de muerte si lo incumplía: "Ocultar la Santa Vehme de su mujer y de sus hijos, de sus padres y de sus hermanos, del fuego y del viento, de cuanto bañan los rayos del sol, de cuanto humedezca la lluvia, de cuanto esté entre el cielo y la tierra". Y prometían denunciar incluso a padres o hermanos si incurrían en falta y, si de su mano quedara darles muerte, así procederían. Tras el juramento pasarían a ser fronboten (criados de dios).

La temida citación y el juicio Vehmico

El “modus operandi” de esta sociedad secreta era muy novelesco y psicológicamente bien pensado creando un halo enigmático y terrible. Durante la noche, cuando no hubieran testigos, dejaban su puñal ritual clavado en la puerta del acusado con una nota cerrada con un sello de cera roja que representaba un caballero con armadura. En la nota una lista de sus faltas y con esta frase: "Nosotros, los secretos vengadores del Eterno, los jueces implacables de los crímenes, y los guardias de la inocencia, lo citamos de aquí a tres días, ante el tribunal de Dios. ¡Apareced, apareced ". El acusado tenía varios días para poner sus cosas en orden. Si intentaba escapar sería dado muerte sin juicio con el famoso puñal ritual a la espalda con la nota de sus faltas.

Los acusados eran secuestrados en la noche por encapuchados y con los ojos tapados se le llevaba a un lugar secreto del bosque. Allí lo destapaban rodeado por hombres encapuchados, frente al “juez” y los Freigraf alrededor de una mesa con una espada y sobre el juez una horca colgando Si era encontrado culpable lo ahorcaban en el árbol más cercano en el que dejaban clavado su puñal identificativo con la causa

Faltas a perseguir y supresión

Según un documento de 1490, se debía perseguir y condenar:

1. Los que revelaban los "secretos de Carlomagno".

2. Los que practicaban o introducían la herejía

3. Los que se descartaban de la fe y caían en el paganismo

4. Los que cometían un perjurio

5. Los que practicaban la brujería y la magia o pactaban con el Astuto

6. Los que revelaban los secretos de la organización

Las cortés vehmicas fueron perdiendo su poder pero no fue hasta principios del S. XIX cuando Jerónimo Bonaparte, rey de Westfalia, la suprimió.

Cristianos o herejes paganos

No deja de parecernos sorprendente que en una sociedad creada para someter cualquier herejía, encontremos tantas influencias paganas. Desde celtas a rituales de magia nórdica e incluso simbología rúnica.

Como sostenía en los años treinta del S. XX el investigador y runólogo alemán Siegfried Adolf Kummer:
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“SSGG fórmula rúnica, -es el secreto divino que lleva a cabo la jurisdicción más alta-” y el ahorcamiento ritual era un sacrificio al dios nórdico Odin.

Creemos que con el tiempo se desvirtuó el original destino de esta sociedad en una zona cada vez más cristianizada.

Leyendas de Carlomagno

Quizás sea cierto que Carlomagno realmente tuviera algo que ver en la creación de estos jueces, como sostienen algunos investigadores ¿O no intervino en los asuntos de éstos? ¡Pero siglos después eran castigables los que revelaran los secretos de Carlomagno!

Parece que este se ha convertido en una especie de Rey Salomón rodeado leyendas, recordemos que incluso está vinculado a la de la reliquia de la lanza de Longino.
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Según ésta, Carlomagno la tenía como talismán, llevándole a la victoria durante 47 campañas, trasmitiéndole poderes de clarividencia. Se atribuyo su muerte a que se le cayó accidentalmente.

Este rey está rodeado de historias míticas y milagrosas para agrandar su magna imagen y acercarlo a la santidad, cosa que se intentó. De modo que cualquier sociedad secreta que quisiera darse pedigrí y porte durante esos siglos querría tener como padrino o fundador al magno emperador (como ha sucedido con Salomón).

¿Mil años de Santa Vehme?

En casi 1.000 años de Vehme sostenemos que hubo una primera sociedad secreta, pero luego otros aprovecharon la estela de terror y respeto. Probablemente su filosofía original era la misma que la de “la hermandad de Castilla” en España. Una defensa de los abusos y de la injusticia de los poderes emergentes políticos y religiosos, que en Westfalia estaban a la orden del día por su especial ubicación.

Se sabe de su existencia en el S. IX, pero ésta era tan secreta que no elaboraba nada por escrito o al menos aún no consta. Otros investigadores sostienen que lo otro era mito y que sobre el S. XIII empezó a funcionar, época de la primera documentación. Pero existe un vacío nuevamente y se encuentran datos muy esporádicos, siendo el S. XV donde se encuentran mayor cantidad de ellos.

Datos que pasaron a manos de los gobernantes, como el arzobispo de Colonia y duque de Westfalia, que en 1180 se colocó como representante del emperador y jefe de los jueces libres, después de la división del ducado de Sajonia (otros datos señalan que fue en 1333 a través de una escritura de privilegio del emperador Carlos IV).

De sociedad secreta independiente pero supuestamente bajo beneplácito de la realeza, la Santa Vehme se convirtió en lo que podemos llamar los primeros servicios secretos. De hecho, durante 1429 pasó ese poder directamente al emperador Segismundo, ya que existe un documento iluminado en la ciudad alemana de Soest del S. XIV con el “código de regla” revisado por este emperador.

Probablemente ahí, si quedaba algún retazo de sus primeros códigos, desaparecieron, fueran nobles o no. Pasaron a disposición de la nobleza reconvirtiéndola en lo que hoy se sabe, más la influencia romántica del siglo XVIII y XIX.

Herederos y la vehme hoy

Los herederos de los jueces libres son, dicen, desde el Ku Klux Klan, con sus vengadores enmascarados en la noche en pos de una justicia injusta y racista

Según muchos investigadores existió una sociedad denominada “caballeros de la santa Vehme” a principios del S. XX, como sugiere la italiana Sabina Marineo, la cual sostiene incluso que ayudó a la subida al poder de Hitler.

Por su parte, Michael Baigent, Richard Leigh y Henry Lincoln sostienen la pertenencia a la misma en 1912 de George "Israel" Monti.

Los “lobos grises” de la resistencia nazi después de la II Guerra Mundial hasta casi los años 50, funcionaban con los modos de la Santa Vehme.

El prestigioso investigador británico Philip Gardiner sostiene que aún siguen en activo y según dice, gracias a sus contactos en sociedades secretas, consiguió reunirse con estos en Alemania para un breve encuentro durante el cual unos veteranos oficiales nazis le confesaban que “después de la guerra mantienen la composición de la Vehme y alegaron que estaba todavía muy viva hoy en Alemania y Austria y, de hecho, es cada vez mayor dentro de los anti-europeos contingentes”.

Leo Lyon Zagami, ex-Iluminati, que se dedica a pregonar los secretos intentos de gobernar el mundo de esta sociedad (curiosamente como el polémico Gabriel López de Rojas en España), asegura que la moderna Vehme se encuentra tras la muerte de Roberto Calvi, conocido conspirador relacionado con la Red Galio y que apareció colgado en el puente de Londres, e incluso tras la de la Princesa Diana (curiosamente esta declaración ya no se puede encontrar).

Quién sabe si sus métodos son más discretos y más de cuatro asesinatos o muertes comunes sean un castigo Véhmico.