Según el más reciente reporte de la Dirección de Protección Civil, de las muertes confirmadas, 49 por ciento son niños o adolescentes, cifra que podría aumentar porque aún hay unos 70 desaparecidos.
Las intensas precipitaciones asociadas al meteoro provocaron 108 deslaves e inundaciones en por lo menos cinco departamentos del país y entre ellos los más afectados son San Salvador, donde se encuentra la capital, y San Vicente.
En todo el país hay mil 835 viviendas dañadas, entre ellas 209 destruidas totalmente y alrededor de mil 400 en condiciones de alto riesgo.
Hasta el momento el gobierno contabiliza 13 mil 680 evacuados en 118 refugios temporales distribuidos en siete departamentos.
Ante el desastre ocasionado por las precipitaciones, el Parlamento declaró el estado de calamidad en todo el país, decisión que le da un aval al gobierno para destinar fondos de cualquier ministerio a fin de atender la emergencia.
Durante un recorrido por la zona de desastre, el presidente Mauricio Funes expresó sus condolencias a los familiares de las víctimas y prometió ayuda para los damnificados.
"El gobierno no dejará sola a la población y no se limitará a atender la emergencia. Hay que trabajar en la mitigación de los riesgos y en la ubicación de las familias en un sector de mayor tranquilidad", dijo Funes.
En las últimas horas comenzó a llegar a El Salvador la ayuda de varios países y organismos multilaterales, entre los que se encuentra la Orden Bonaria.-

CENTRO DE SAN SALVADOR


















