Patrocinado por la Orden Bonaria y la Academia Concordia, y organizado por la Dama de Justicia, Dra. Adriana Vierin, se está preparando un Seminario de Shamanismo, a través de los Vedas, con el Maestro Krisna Das, de la Casta Brahman y de la tradición Chamánica Huna, Erdechimeg, Presidenta de la Academia Shamánica Mongol.
El seminario se realizará en el Valle de Aosta, República Italiana, tendrá el sonido, como forma recurrente en las tradiciones espirituales del culto Solar.
El concepto del sonido como medio capaz de transportar el espíritu humano a un estado diferente de conciencia es tan antiguo como la propia humanidad. Es un concepto que se puede observar en cualquier parte, en todo momento, no sólo en el hombre sino también en animales. Los sonidos sin palabras transmiten mensajes que van acompañados por estados que se extienden desde la tensión a la relajación, inquietud por el sentido de bienestar. Los animales pueden atraerse o ahuyentarse los unos a los otros, tranquilizándose o asustándose entre sí con sonidos. El hombre no es diferente. Toda madre está familiarizada con la comunicación entre ella y su nuevo hijo recién nacido. Responde inmediatamente al llanto del niño y su suave tarareo arrulla al niño al sueño. Esto no es nuevo; es un hecho de la naturaleza que todos podemos utilizar si tenemos la habilidad de producir sonidos. Lo que puede ser nuevo es que algunas personas, como también algunos animales, pueden producir sonidos utilizando objetos en vez de los órganos de sus propios cuerpos. Para empezar, el cuerpo produce muchos otros sonidos: latido del corazón, circulación, digestión. Objetos exteriores al cuerpo también pueden producir sonidos, ya sea por sí solos o cuando los utiliza el hombre. Se pueden lanzar, agitar, golpear, soplar o frotar entre sí. Cada uno de estos sonidos tiene un efecto específico: te pueden poner la carne de gallina o simplemente producir un sentimiento placentero. Hacen aparecer sentimientos y también imágenes.
En los mitos de la creación que se tienen en todo el mundo, el sonido se conoce como fuente de todas las cosas visibles e invisibles. El sonido está guardado en ellas. Al igual que todas las cosas creadas tienen su propio sonido, también cantan su propia canción. La comprensión de que el hombre es una parte de este todo, había sido ya expresada en culturas tempranas a través del uso del sonido. Esto se puede ver en el shamanismo, que es probablemente la religión más antigua en el mundo.
El shamanismo en sí mismo en la actualidad ha abandonado el principio fundamental de que todo hombre tiene perfecta comunicación con sí mismo y los que lo rodean, al igual que con lo sobrenatural. Después de todo, el shaman es aún capaz de realizar esta comunicación, lo que otros no pueden lograr por su cuenta. Y un shaman puede restablecer la comunicación cuando ha sido interrumpida temporalmente.
Para conseguirlo, el shaman hace usos intensivos del sonido. Primero, con un tambor y su voz, pero también con sonajeros e instrumentos de viento. Joska Roos fue el primero en llamarlos los
"Los seis Axiomas Shamanísticos": el sonido es el elemento básico.
Antes de que el shaman asumiera el papel del campo de posibilidades que el hombre dispone, cada miembro del grupo (clan, tribu) jugó una parte igual en el ritual. Más tarde, el shaman, hombre-medicina o mago se convirtió en el líder de estos rituales. El propósito era permitir a todos experimentar su existencia, expresar sus sentimientos, y tener su propio lugar como eslabón que conecta los primeros seres míticos, con sus antepasados y con la generación siguiente. A través de la canción, la danza y el tambor, se interrelacionaba con el lugar donde estaba, con la comunidad y con la naturaleza que le rodeaba. Tomaba contacto con su propio espacio interior, con sus contenidos, y con espacios visibles e invisibles externos a él. Podía aplacar a los dioses, demonios, antepasados y a espíritus naturales. Reunía todas sus fuerzas y expresaba todo su erotismo.* De hecho, todavía hablamos de "interrelacionar" para indicar que deseamos establecer una forma intensa de comunicación. Y no interrelacionamos si esta comunicación ocurre. En esta "interrelación", como en las "voces bien determinadas" (la de los dioses, por ejemplo), la gente que parecía poseer un talento definido empezó a desempeñar labores especiales. Además de sus deberes diarios, se convirtieron en líder, shaman o bufón.
Más tarde, la gente que llevaba a cabo estas funciones fue relevada gradualmente de su trabajo diario para que se pudieran dedicar completamente a sus labores especiales. De esta manera llegaron a hacerse importantes, "elegidos", y el sacerdocio fue el siguiente paso natural. En este sentido, llegaron a ser sacerdotes especialmente consagrados, que tenían que estudiar durante muchos años, a veces tenían que pasar varios exámenes, y a menudo se recluían de la vida diaria deliberadamente, para actuar como negociadores. El sacerdote no era una persona más entre la gente, sino que se convirtió en alguien situado tanto fuera como por encima de los demás, con el derecho exclusivo a representar a Dios en la tierra cuando fuera necesario, e incluso a asumir su identidad.
Del mismo modo que siempre han existido descubridores dispuestos a viajar alrededor del mundo para verlo con sus propios ojos, siempre han existido personas que trataron de seguir sólo sus propias percepciones y que se esforzaron constantemente en establecer sus propios lazos entre el mundo interior y el exterior. Muchos de ellos acabaron quemados por herejes o muertos de otras muchas maneras.
Ahora vivimos en una era llamada " La Era de Acuario", que se caracteriza por un gran deseo de ser liberado de toda tiranía. Cada vez más gente se da cuenta de que ellos mismos son responsables. No permitirán, de manera angustiada u obediente, que circunstancias externas les sean impuestas desde arriba. Están buscando una comunicación interna con los mundos interiores y que les rodean, con el "Cosmos", un término usado comúnmente. No necesitan por más tiempo la intervención de un sacerdote-médico: el shaman. Es por ello por lo que hay tanto interés en los diferentes medios y formas por los cuales un hombre puede restablecer la comunicación interna. Por eso hay un interés creciente en el camino fundamental para conseguir esto, por ejemplo, a través del sonido.
SHAMANA






