Tuesday, November 17, 2009

El Gonfalone Bonario de Parma.-

Llegar a esa casa, caminar por sus pasillos abovedados, abrir puertas y mas puertas, ver esos salones inmensos, pisos de piedra cortada al canto del cincel, imaginar miles de cautivos en la labor, mazmorras, cadenas, torreones, jardines, sótanos, capillas, y la acogida del Gentil Hombre, que nos espera con un fuego mayúsculo, que consume los troncos de pino y abedules, el propietario es un hombre de mediana edad, agradable al trato, y con un leve acento portugués conquistado en sus años de director de un gran Laboratorio Farmacológico en Brasil, Dr. Ferruccio Pranzo, Caballero de Justicia de la Orden Bonaria. nos va ciceroneando la historia de esa Antigua Corte, típicamente “ Canossiana “, es decir de un origen anterior al siglo XIII.

Estas tierras antes del milenio eran conocidas por ser “Parroquia de Santa Eulalia “, luego en la edad media al construirse el hospital de San Hilario, gran santo patrón del Temple, único lugar de descanso y refrigerio para los peregrinos a lo largo de la antigua Vía Emiliana, esa misma que hoy pasa enfrente del portón de la Corte y es entrada hacia la Ciudad de Parma, el nombre fue cambiado a San Hilario ,nombre que aparece por primera vez en un documento oficial en 1714, aunque ya está esbozado en el "Salimbene Chronicle" de Parma, en 1233, y se le agrego la especificación "Enza", a través de la cual el lugar podría ser identificado de inmediato y se distingue por el mismo nombre.

Los descubrimientos, especialmente en la segunda mitad del siglo XIX de varias tumbas romanas, permiten ubicar el antiguo “ Tannetum “, en donde se alza la Ciudad, cuyo suburbio es la Antigua Corte, que estamos visitando, luego este sitio, según describen el Maestro Krishna Das y nuestro anfitrión el Dr. Pranzo, recibió después de la caída del Imperio Romano, a tribus migrantes de origen bárbaro que terminaron asentándose en este Valle de Enza, como lo demuestra la lápida de "Mavarta" (datada de entre 487 y 510 dC), escrita en bárbaro, entonces luego vinieron los Lombardos, denominando territorio santilariese a este pequeño valle, escena de las batallas de Ungar y después de los Carolingios entre el 774 y el 814 , en que Enza paso a ser parte de Parma, que le dio el carisma de los Visconti, y de su protegido , el Gran Capitán Alberico Montecchio, posteriormente a la ocupación de Ottobono Terzi, estas tierras que hoy forman parte de la Antigua Corte paso a ser otra vez propiedad del Ducado de Parma y finalmente al Ducado de Ferrara, hasta el 1796 en que se crea la República Cispadana y San Hilario se une a los pueblos de Calerno Gaida.

Primero los Etruscos, luego los Romanos, después los Barbaros, de inmediato lo Húngaros, luego los Carolingios, otra vez los Lombardos y por fin la República Cispadana, reconvertida en República Italiana y ahora los Franceses, que con Napoleón la declararon “ Reino de Italia de Napoleón “ en 1805 y como Ciudad Autónoma junto a Calerno, Gaida, y Taneto Martorano en 1828, pero la victoria de Magenta en 1859 puso fin al Ducado de Ferrara y desde el 1 de enero de 1860, el dictador Farini le declara su definitiva autonomía administrativa y política, aprobando su ayuntamiento el emblema o Gonfalón, el 18 de abril de 1860.
El Gran Maestre y yo, tomamos aire, luego de imaginarnos en esa propiedad las escenas narradas por Ferruccio y Krishna, batallas sin fin, reinos y repúblicas, ejércitos de todas las razas, luchando sin fin, por esa tierra mítica de San Hilario, cada muro, cada piedra de la Antigua Corte, desea contarnos su historia, cada árbol centenario tendrá algo para decir, y hasta las ocas, hijas de otras ocas, que siempre estuvieron, y continuaran, porque la Casa se la llama “ De las ocas “, como fieles guardianes del pasado, desfilan arrogantes, marciales y obligándonos a recordar otros ejércitos de impávido ademan.

El Gonfalón de la Antigua Corte, nos depara una sorpresa mayúscula, tiene un blasón hispano, que en su cuarterón izquierdo ostenta la cruz bonaria, fielmente representada, que presagio nos trajo a Parma, que antiguo linaje se está despertando en los pirineos, porque unos rinden tributos y honras y en otros nace el estupor y la rabia, porque a cada paso del Joven Príncipe, salen mariposas y culebras, la marcha azul, es silente y pausada, pero ya ha despertado, y el monstruo se arrastra, se agazapa pretendiendo devorar, pero ya ha nacido, y en Parma tiene su cuna, allí hay una morada, una torre y un escudo, se está gestando el porvenir, las gaitas soplan su aire encantado, otra vez las tres águilas del Khan, sobrevuelan Europa, hay un caballero fiel, una cruz y un ejército inmemorial que se está auto congregando, donde el sacerdote puso su piedra, el soldado desenvaino la espada para la defensa y el ataque, tenemos un reino, un Kirios que lo reclama y una angustia en el estomago por ver otra vez las mesnadas defendiendo el Graal.

De la música del overtono del Maestro de los Himalayas, servidor de Lord Krishna, sale la convocatoria a los Siddhas, que deambulan por la Antigua Corte de Parma, el bastón del Erk, esta otra vez en las manos justas, quien pueda entender, entienda.

Monseñor Alfredo Montrezza
Gran Senescal Bonario

UN SITIO DE PAZ

PASEANDO AL ANOCHECER


NUEVA SEDE MAGISTRAL DE LA ORDEN BONARIA


MONSEÑOR



LA CRUZ BONARIA ESTABA EN UNA DE LAS VIVIENDAS


FUTURA CAPILLA BONARIA

EN EL PRIMER CUARTEL

EL HERMANO PRANZO

16 HECTARIAS