Entre las experiencias de Turín, están dos que marcaran nuestro archivo memórico por un buen espacio de tiempo, la bonhomía y alegría interior de dos ejemplares de la especie humana que sobresalen por su talento y por la obra que realizan, y aprovechando el espacio de internet, me explayare sobre Igor Olivier Ezendam, un joven holandés que vive en Suiza y ha dedicado su vida al “ Overtone “, una singular y rara manera de hacer música con la boca, produciendo múltiples sonidos simultáneos, especialista en Mantras hindús, aprendidos en el Himalaya junto a maestros tradicionales, Igor de casi 2 metros, es una persona que sonríe permanentemente, un Elfo diría Monseñor Teofano, que en pocos minutos, sentado en el suelo y sin más instrumentos que las manos y su boca, supo cautivar el auditorio de Gugliasco, centenas de jóvenes de Italia, Brasil, España, Francia, Alemania, etc. En pocos minutos acompañaban al Maestro Igor en el mantra al creador del universo “ Om Shanti, Shanti………”,
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El Gran Maestre de la Orden Bonaria travó amistad con el músico holandés, dadas sus comunes aficiones por la música de Mongolia y por la común trayectoria de ambos en la iniciación tibetana de los monjes , o los pasos de la Vajrasativa a los Budhas de la compasión, ( Avalokiteshawara) y de la sabiduría (Manjushri), El maestro Igor , es un especialista en Citara, Mandolina, Didjeridu, Hang, Shrutibox, y Tampura, que ha viajado por el mundo recogiendo la música sacra de los Indios de America del Sur, Bolivia y Perú, y de Centro America, Mayas, Quiches, Lempiras, Toltecas y Olmecas,y en su vasta producción musical, incluye las melodías de los pueblos nómadas del Gobi, Afganistan y Mongolia, posteriormente informaremos de los trabajos previstos entre Igor Ezendam y la Orden Bonaria, que incluyen la visita a Mongolia y la edición de un álbum musical, sobre la música chamánica, que podría estar bajo la dirección del gran Maestre de la Musica Chamanica en el mundo, el Gran Collar de la Orden Bonaria en Italia, Krishna Das.
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Desde hace muchos años los discípulos del Dharma Mandalan en Brasil, de la mano del inolvidable maestro Sri Vajera Dasa, se establecieron en el “ triangulo Minero “, y desde Uberlandia, en la Clínica Kalayasa, realizan curas “ Ayurvédicas” a centenas de pacientes, en ese colectivo de sanadores profesionales, todos maestros de yoga e iniciados en la India, por especial consagración de Su Santidad Sankaracharya, Madhavananda Sarawasti, que inicio a su sucesor el Doctor en Medicina José Rugue Ribeiro Junior, “ Mahamandaleswara Swami Narayananda”, quien es el continuador de la Tradición del Dharma Mandalan, e iniciador de la Medicina Ayurvedica en América del Sur, pero no son las múltiples obras, clínicas, conferencias, seminarios, discipulado, viajes y libros publicados, lo que hacen del Doctor Rugue, un hombre importante, sino su carácter afable y bondad interior, su seriedad como médico y como profesor de yoga, sus años de estudiante en la India, su conocimiento del Sánscrito, su labor como traductor y copilador, todo eso hacen de este gran sabio, un Hombre Santo, alguien que honra a la Orden Bonaria, por ser su Gran Collar para Brasil.
Desde hace muchos años los discípulos del Dharma Mandalan en Brasil, de la mano del inolvidable maestro Sri Vajera Dasa, se establecieron en el “ triangulo Minero “, y desde Uberlandia, en la Clínica Kalayasa, realizan curas “ Ayurvédicas” a centenas de pacientes, en ese colectivo de sanadores profesionales, todos maestros de yoga e iniciados en la India, por especial consagración de Su Santidad Sankaracharya, Madhavananda Sarawasti, que inicio a su sucesor el Doctor en Medicina José Rugue Ribeiro Junior, “ Mahamandaleswara Swami Narayananda”, quien es el continuador de la Tradición del Dharma Mandalan, e iniciador de la Medicina Ayurvedica en América del Sur, pero no son las múltiples obras, clínicas, conferencias, seminarios, discipulado, viajes y libros publicados, lo que hacen del Doctor Rugue, un hombre importante, sino su carácter afable y bondad interior, su seriedad como médico y como profesor de yoga, sus años de estudiante en la India, su conocimiento del Sánscrito, su labor como traductor y copilador, todo eso hacen de este gran sabio, un Hombre Santo, alguien que honra a la Orden Bonaria, por ser su Gran Collar para Brasil.
