El Domingo de Gloria, la Casa de Septimio-Bathzabbay El Tadmur, quiso rendir homenaje en la Santa Liturgia a S.A.S D. Alfredo Saverio Mario Corace de Constanza, Gran Collar de la Orden Bonaria, Príncipe Corace de Constanza, Duque de Troina, Marqués de Constanza, Barón de Corace, Señor de Satriano, San Bruno, etc y Gran Prior de la Orden Elizabetiana en la República Italiana, Que Dios Guarde.
Este Príncipe Cristiano, que desarrolló una gran labor humanitaria, cultural y de desarrollo en su querida Italia; su Voz era equiparable a su Corazón, tronadora, fuerte, que hacía que los escenarios estremecieran ante los aplausos de un público maravillado.Nacido en Nápoles el siete de junio de 1944, felizmente casado durante unos treinta y siete años, tuvo dos hijos: Lara y Yuri Francesca Giovanna Alessio Gianpaolo.
Don Alfredo S. Francesco M. se consagró durante veinticuatro años, junto con su familia a la Virgen María.
En ese tiempo realizó muchas actividades de voluntariado social, fundó y dirigió, con las Damas y Caballeros Elizabetianos, y siempre junto con su familia y muchos asociados, un centro de trabajo social de importancia nacional, también es la sede de la campaña provincial Telefono Azzurro, centro de capacitación de Defensa Civil,sede de la Orden, y de la Santa Iglesia Ortodoxa en Nápoles.
Muchas de estas actividades las realizó con personas desfavorecidas, en talleres de carpintería, herrería, aluminio anodizado, corte y confección, también, su tradición ortodoxa a través del trabajo del mosaico bizantino, arte de la cerámica, la agricultura, la jardinería, el ocio. La familia principesca realizaba actos cuyos beneficios eran para los más desfavorecidos de Nápoles..
Muchas de estas actividades las realizó con personas desfavorecidas, en talleres de carpintería, herrería, aluminio anodizado, corte y confección, también, su tradición ortodoxa a través del trabajo del mosaico bizantino, arte de la cerámica, la agricultura, la jardinería, el ocio. La familia principesca realizaba actos cuyos beneficios eran para los más desfavorecidos de Nápoles..
Su alma hacía suyos los sufrimientos de las personas desfavorecidas que han encontrado en la curación y la comodidad de su residencia, cuidando de drogadictos, en su residencia siempre se veían las personas más dispares, siendo bien recibidos los niños que estaban en centros penitenciarios, a los que hacía sentir en familia.
Todo esto se expresa en la fe, el celo, la constancia y enormes sacrificios y sufrimientos para la gloria de Dios y la sonrisa de Jesús y María.
Pero nuestro Señor, siempre quiere llevarse a los más justos, y una terrible enfermedad, cómo es el cáncer empezó al igual que los cirios del altar, a consumir su cristiana vida.
Como Príncipe Ortodoxo, no quiso finalizar su periplo terrenal sin poder gozar de realizar personalmente la Santa Liturgia, para ello solicitó al Arzobispo Montrezza, le consagrará presbítero.
Un 30 de Marzo del 2.008, sudorando con gran dolor físico, en una hermosa y privada ceremonia fue consagrado, realizando con ello la Divina Liturgia, y así realizado su sueño de Celebrar la Santa Misa.
En Italia, Nápoles, en la Residencia Corace, siendo un viernes 16 de Mayo del año 2.008, entregó su alma a Dios el Príncipe Corace, Sacerdote Ortodoxo, Arcipreste y Nuncio del Vicario Patriarcal. A su muerte fue electo “Obispo in pectore”, constituyendo el consiguiente Tomo, para que sea recordado a perpetuidad en los dípticos de la Divina Liturgia.