El cairo. La calma volvió en parte en la mañana de ayer al centro de El Cairo después de que la anterior madrugada se registraran enfrentamientos entre las fuerzas del orden y manifestantes en la plaza Tahrir y sus inmediaciones. En cambio, Egipto afronta hoy una nueva jornada electoral en nueve provincias del país sin que se haya apagado todavía el fuego de las protestas en la plaza de Tahrir, donde ayer persistieron los choques entre manifestantes y fuerzas del orden.
Sin la intensidad de otros días, los disturbios en el centro de la capital egipcia se sucedieron de forma esporádica aunque los episodios más violentos se vivieron durante la madrugada. Sobre las 02.00 hora local (00.00 hora local), las fuerzas del orden atacaron "por sorpresa" a los activistas acampados de forma pacífica que piden la salida del poder de la Junta Militar, detalló a Efe el activista Saad Zaglul, que se encontraba en la zona.
Una fuente de los servicios de seguridad apuntó, por otro lado, que se registraron enfrentamientos entre miembros de la Seguridad Central y jóvenes que lanzaron piedras y cócteles molotov y que intentaban derribar uno de los muros levantados para aislar varios edificios gubernamentales.
Desde que comenzaran los disturbios el pasado viernes, al menos 13 personas han muerto y más de 800 han resultado heridas, según el Ministerio de Salud, pero testigos en el lugar afirmaron que estas cifras están maquilladas.
El médico voluntario Mohamed Reda explicó que vio morir ayer a una persona por balas y que hubo numerosas detenciones de personas que proferían gritos "a favor de la libertad y los derechos humanos". Por el momento, los manifestantes no han conseguido cambiar la postura del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, en el poder tras la renuncia del presidente Hosni Mubarak el pasado febrero y que el lunes negó cualquier responsabilidad en los incidentes y acusó a terceras personas de querer desestabilizar el país.
Esa actitud generó malestar entre numerosas fuerzas políticas, al tiempo que surgieron nuevas denuncias contra la violencia de las fuerzas del orden y la cobertura informativa de los medios de comunicación estatales.
El abogado Tareq al Euadi afirmó a Efe que ayer presentó una denuncia contra la televisión egipcia, que difundió las imágenes de tres hermanos encarcelados por actuar en Tahrir como supuestos matones, si bien fueron detenidos días antes de que comenzaran los disturbios.
Mientras tanto, miles de mujeres marcharon ayer por el centro de El Cairo para protestar contra la violencia que ejerce la policía egipcia en contra de los manifestantes que exigen que los militares abandonen el poder. La Junta Militar egipcia expresó su "profundo pesar" por las agresiones que sufrieron varias mujeres en las últimas protestas en El Cairo y se mostró a favor de analizar propuestas que devuelvan la estabilidad al país.
Sin la intensidad de otros días, los disturbios en el centro de la capital egipcia se sucedieron de forma esporádica aunque los episodios más violentos se vivieron durante la madrugada. Sobre las 02.00 hora local (00.00 hora local), las fuerzas del orden atacaron "por sorpresa" a los activistas acampados de forma pacífica que piden la salida del poder de la Junta Militar, detalló a Efe el activista Saad Zaglul, que se encontraba en la zona.
Una fuente de los servicios de seguridad apuntó, por otro lado, que se registraron enfrentamientos entre miembros de la Seguridad Central y jóvenes que lanzaron piedras y cócteles molotov y que intentaban derribar uno de los muros levantados para aislar varios edificios gubernamentales.
Desde que comenzaran los disturbios el pasado viernes, al menos 13 personas han muerto y más de 800 han resultado heridas, según el Ministerio de Salud, pero testigos en el lugar afirmaron que estas cifras están maquilladas.
El médico voluntario Mohamed Reda explicó que vio morir ayer a una persona por balas y que hubo numerosas detenciones de personas que proferían gritos "a favor de la libertad y los derechos humanos". Por el momento, los manifestantes no han conseguido cambiar la postura del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, en el poder tras la renuncia del presidente Hosni Mubarak el pasado febrero y que el lunes negó cualquier responsabilidad en los incidentes y acusó a terceras personas de querer desestabilizar el país.
Esa actitud generó malestar entre numerosas fuerzas políticas, al tiempo que surgieron nuevas denuncias contra la violencia de las fuerzas del orden y la cobertura informativa de los medios de comunicación estatales.
El abogado Tareq al Euadi afirmó a Efe que ayer presentó una denuncia contra la televisión egipcia, que difundió las imágenes de tres hermanos encarcelados por actuar en Tahrir como supuestos matones, si bien fueron detenidos días antes de que comenzaran los disturbios.
Mientras tanto, miles de mujeres marcharon ayer por el centro de El Cairo para protestar contra la violencia que ejerce la policía egipcia en contra de los manifestantes que exigen que los militares abandonen el poder. La Junta Militar egipcia expresó su "profundo pesar" por las agresiones que sufrieron varias mujeres en las últimas protestas en El Cairo y se mostró a favor de analizar propuestas que devuelvan la estabilidad al país.