Ichinnorov Manjaa, ha sido nominada Dama de Justicia de la Orden Bonaria, Priorato General de Mongolia, nuestra hermana es una activista de los derechos civiles de Mongolia, nacida en la provincia occidental Khovd de Mongolia en 1970.
Fue galardonada con el Premio Mahatma Gandhi "Para luchar contra las injusticias sociales con medios pacíficos" en septiembre de 2007 por el Gobierno de la India.
Ella también fue galardonado con el Premio al Liderazgo Eisenhower Fellowship en 2005 y con una Beca profesional por el Open Society Institute en 1999.
Estudió en la Universidad Nacional de la Facultad de Derecho, Irkutsk, en Rusia y en, la American University Washington College of Law, Washington DC. También sacó un Doctorado en la Universidad de Harvard, y el John F. Kennedy School of Government de enero 2006 hasta mayo 2006.
Ella nos cuenta su experiencia.-
“Durante cinco años, viajé como estudiante de derecho de Mongolia a Rusia en tren. Estos viajes me abrieron los ojos al mundo de los derechos humanos.
Empecé a ver cómo trataban a los viajeros los guardias y oficiales en las aduanas de Rusia y Mongolia. Registraban a la gente y sus pertenencias de manera grosera y agresiva, y, por lo general, se comportaban ofensiva e irrespetuosamente.
Una vez tuve que viajar estando enferma. Estaba durmiendo en la litera superior cuando entró un guardia para revisar los pasaportes. Le di el mío desde la cama, pero empezó a gritarme que debía pararme y mostrar respeto. Un amigo que viajaba conmigo me defendió y le explicó que estaba enferma, pero terminó gritándonos agresivamente a ambos.
Este incidente me enseño una lección: que los derechos humanos y la dignidad pueden ser violados por el estado, especialmente por la policía, la aduana, etc. También me enseñó que si un miembro educado de la sociedad, que conoce y respeta sus derechos, puede ser fácilmente sujeto de abuso por parte del estado, entonces los derechos de los menos educados y los más pobres pueden ser violados en mayor medida y, por eso, tienen que ser protegidos.
Fue galardonada con el Premio Mahatma Gandhi "Para luchar contra las injusticias sociales con medios pacíficos" en septiembre de 2007 por el Gobierno de la India.
Ella también fue galardonado con el Premio al Liderazgo Eisenhower Fellowship en 2005 y con una Beca profesional por el Open Society Institute en 1999.
Estudió en la Universidad Nacional de la Facultad de Derecho, Irkutsk, en Rusia y en, la American University Washington College of Law, Washington DC. También sacó un Doctorado en la Universidad de Harvard, y el John F. Kennedy School of Government de enero 2006 hasta mayo 2006.
Ella nos cuenta su experiencia.-
“Durante cinco años, viajé como estudiante de derecho de Mongolia a Rusia en tren. Estos viajes me abrieron los ojos al mundo de los derechos humanos.
Empecé a ver cómo trataban a los viajeros los guardias y oficiales en las aduanas de Rusia y Mongolia. Registraban a la gente y sus pertenencias de manera grosera y agresiva, y, por lo general, se comportaban ofensiva e irrespetuosamente.
Una vez tuve que viajar estando enferma. Estaba durmiendo en la litera superior cuando entró un guardia para revisar los pasaportes. Le di el mío desde la cama, pero empezó a gritarme que debía pararme y mostrar respeto. Un amigo que viajaba conmigo me defendió y le explicó que estaba enferma, pero terminó gritándonos agresivamente a ambos.
Este incidente me enseño una lección: que los derechos humanos y la dignidad pueden ser violados por el estado, especialmente por la policía, la aduana, etc. También me enseñó que si un miembro educado de la sociedad, que conoce y respeta sus derechos, puede ser fácilmente sujeto de abuso por parte del estado, entonces los derechos de los menos educados y los más pobres pueden ser violados en mayor medida y, por eso, tienen que ser protegidos.
Así que la dirección de mi carrera tomó forma. Mientras trabajaba como asistente de un juez en la Cámara Criminal de la Suprema Corte de Mongolia, observe que hay muchas cosas que deben cambiarse con respecto a las leyes y a las actitudes de los jueces y los profesionales de la ley. Vi que en muchos casos la Suprema Corte confirmaba los fallos de las cortes de menor instancia cuando se les daba penas duras a víctimas de violencia familiar que habían asesinado en defensa propia a su atacante. También me preocupaba que las víctimas de violación tuvieran que probar su inocencia.
Decidí trabajar como abogada independiente y dediqué mucho de mi tiempo a darles asistencia legal gratuita a víctimas de violencia familiar.