Sunday, September 26, 2010

Instada reforma legal para que jueces y fiscales declaren sus vínculos con la Obra.-

El magistrado-juez del Juzgado de Primera Instancia número Cuatro de Tarragona, José María Mata de Antonio, sancionó en el año 2.008 con multa de 4.500 euros a un litigante y al abogado, Magí Ribas Alegret, por solicitarle que informara sobre su pertenencia al Opus Dei.

Esta petición tuvo lugar al preparar la recusación, debida a “irregularidades procesales graves y reiteradas” que hacían temer una falta de imparcialidad.

El titular del Juzgado, que se negó a desvelar la información aduciendo el derecho a no declarar sobre ideología, religión o creencias, apercibió con sanciones al abogado y a la procuradora, reputó la solicitud infracción disciplinaria y constitutiva de delito, dando traslado a los colegios profesionales y al Ministerio Fiscal, al tiempo que rechazaba tramitar la recusación donde se investigaran los hechos y, contra la prohibición tajante de la ley, continuó resolviendo.

Ribas Alegret, abogado y activista de derechos humanos, ha recurrido la sanción, la cual no duda en calificar de represalia, instando asimismo una reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial que imponga a jueces, magistrados, fiscales y demás funcionarios, la obligación de declarar sus vínculos con el Opus Dei, cuando resulte necesario en interés de la justicia.

“En este caso, el derecho fundamental al proceso debido por un tribunal independiente e imparcial prevalece frente al derecho de asociación o a la libertad religiosa”, señala. Por otra parte, recuerda en su escrito, la Constitución establece que tanto jueces y magistrados como fiscales, mientras se hallen en activo, no podrán pertenecer a partidos políticos o sindicatos. El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), en la reunión plenaria de 25 julio 2000, aprobó una propuesta para ampliar dicha prohibición a “organizaciones secretas o que funcionen sin transparencia pública, que puedan generar vínculos de disciplina u obediencia ajenos a los mandatos del ordenamiento jurídico constitucional”, según algunos vocales, incluyendo al Opus Dei, organización integrista católica con amplia implantación en la Magistratura y la Fiscalía en España.

Sin embargo, Ribas Alegret se muestra a favor de garantías basadas en la transparencia en lugar de soluciones prohibicionistas. “La Constitución proscribe las asociaciones secretas. El secretismo que rodea la pertenencia al Opus Dei –no existe una lista oficial y pública de miembros–, impide que posibles conflictos de intereses del juez, en relación con la Obra, sean conocidos y poder recusar”.

Así pues, “asegurar una actuación jurisdiccional independiente e imparcial hace preciso que los implicados, a instancia de persona interesada, declaren sobre su adscripción a esta entidad”.

Y concluye, “la pertenencia secreta de jueces y fiscales al Opus Dei reduce la percepción de independencia e imparcialidad de los tribunales, socaba la seguridad jurídica y la confianza en el sistema legal, perjudicando las inversiones extranjeras en nuestro país”, “el nuevo CGPJ debería adoptar medidas urgentes”.


"En la constitución del Opus Dei, redactada en 1950, el artículo 191 afirma: "Los miembros numerarios y supernumerarios sepan bien que deberán observar siempre un prudente silencio sobre los nombres de otros asociados y que no deberán revelar nunca a nadie que ellos mismos pertenecen al Opus".

Si un general se cruza con el exministro de Defensa, Federico Trillo, cuya pertenencia al Opus Dei es pública, y le saluda con la palabra "pax ", el dirigente del PP le reconocerá como un miembro de la Obra y le responderá con otra expresión latina: 'In aeternum'.

Este es el 'hola' trascendente que emplean entre sí los miembros de la organización. Esta preservación de la privacidad forma parte de la institución. Tanto es así que en su constitución, redactada en 1950, el artículo 191 afirma: "Los miembros numerarios y supernumerarios sepan bien que deberán observar siempre un prudente silencio sobre los nombres de otros asociados y que no deberán revelar nunca a nadie que ellos mismos pertenecen al Opus".

Este misterio excita la curiosidad en torno a los miembros de la Obra. ¿Quiénes y cuántos son realmente? Según sus propios datos, cuentan con más de 500 colegios y universidades, medio centenar de emisoras de radio, 12 productoras de cine y televisión, 12 editoriales, 604 periódicos y revistas y 38 agencias de información. En España, el país de Jose María Escrivá, la Obra goza de más salud que nunca. En el artículo 202 de sus constitución se puede leer: "Medio de apostolado peculiar de la Institución son los cargos públicos, en especial aquellos que implican el ejercicio de una dirección". (TERRIBLE PRESAGIO).La presencia del Opus Dei se centra en la política, las finanzas, los medios de comunicación, el sector educativo o el seno de la propia Iglesia.

Su presencia en el entorno de la Casa Real se remonta a la época en la que el Opus apostó por el príncipe Juan Carlos como sucesor de Franco. Desde entonces, Federico Suárez, miembro de la Obra, fue primero el preceptor del príncipe y después el capellán de la Casa Real. Y Laura Hurtado de Mendoza, también de la Obra, es la secretaria de Doña Sofía. En Moncloa, tanto José María Aznar como Ana Botella declaran no ser ni siquiera simpatizantes de la Obra. Pero el abuelo del presidente, Manuel Aznar, era íntimo amigo de Escrivá, ella es sobrina de José Botella, uno de los más reconocidos miembros de la Obra durante el régimen, y sus hijos fueron a los colegios Peñalba y Pinoalbar, que se rigen por el ideario de la Obra.

El aparato del PP cuenta con una nutrida presencia de miembros del Opus en sus filas. Entre los miembros y simpatizantes muy próximos están Federico Trillo, Cristóbal Montoro, Jesús Cardenal, José Manuel Otero Novas, Emilio Recorder de Caso, Juan Antonio Gómez Angulo, Rogelio Baón, Isabel Tocino, Loyola de Palacio, Juan Luis de la Vallina, Benigno Blanco, Andrés Ollero, Juan Ramón Calero, Juan José Lucas, Miguel Angel Cortés, José Manuel Romay, Ana Mato, Juan Cotino, José María Michavila (aunque él dice que lo dejó), Pablo Guardans, Joaquín Abril Martorell, Alberto de la Hera, María Concepción Dancausa, Pilar Pulgar, Francisco Gilet, Rosa Estarán, Gabriel Oliver, Manuel Milián, Vicente Martínez Pujalte, Pedro Agramunt, Eduardo Rodríguez Espinosa, Manuel Arqueros, Felipe Camisón, José María García Magallo, Carlos Robles Piquer, José Antonio Orza, Juan Piñeiro, Fernando Díez Moreno, Luis María Huete o Jesús Pedroche.

Los miembros de la Obra también están presentes en otros partidos: Jaime Ignacio del Burgo y Jesús Aizpún en UPN; Lluís Alegre, Concepción Ferrer y Joaquín Molins en CiU e, incluso, Rafael Larreina en Eusko Alkartasuna. Su penetración es menor en el PSOE, aunque uno de sus antiguos ideólogos, Ludolfo Paramio, estuvo en la Obra y luego la abandonó.

Pero la influencia de la Obra trasciende el ámbito político para hundir sus raíces en el sector económico y financiero. Según Santiago Aroca, autor de una exhaustiva investigación independiente sobre el Opus, el entramado alcanza a unas 1.500 empresas y sociedades. La organización mueve al año, sólo en España, alrededor de 180 millones de euros.

El área tradicional de influencia de la Obra en este sector ha sido el Banco Popular, presidido por uno de sus numerarios, Luis Valls Taberner, y por su hermano, Javier.

Pero el Opus ha colocado a miembros y simpatizantes en puestos claves de otros grandes bancos y empresas. Entre ellos están o estuvieron, Emilio de Ybarra, ex presidente de BBV; Juan Alfaro, propietario de Empresas Alfaro; Pablo Bofill, ex presidente de Banco Atlántico; Guzmán Lacalle, ex vicepresidente del RACE; José J. Sancho Dronda, ex presidente de las Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA); Juan Palomeras Vigas, ex presidente de Banco de Navarra; José M. Arana Aizpurua, vicepresidente de Rioja Alta S.A.; Federico Isart, hombre de SCH vinculado a la Fundación Marcelino Botín; Víctor Mendoza, ex director del Instituto de Estudios Económicos; Ramón Mas, abogado; Eugenio Galdón, presidente de Ono; Jaime Vicens, ex presidente de Ediciones Rialp; Casimiro Molins, presidente de Cementos Molins y ex administrador de Naarden International; Rafael Termes, presidente de la Asociación Española de Banca entre 1966 y 1990; José María Aristraín, presidente de la Corporación J.M.Aristraín; José María Concejo, ex secretario del consejo de BBV; Aristóbulo de Juan, ex asesor del Fondo Monetario Internacional; Álvaro Dornecq, ganadero y agricultor; Mariano Navarro, ex ministro de Hacienda; Antonio García Fernández, ex propietario de JOTSA; Antonio Rico Altuna, presidente de empresas Echevarría, o el ex presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores Juan Fernández Armesto.

En el ámbito de la Justicia, además del que fuera fiscal general, Jesús Cardenal, están en la órbita de la Obra los magistrados José Luis Requero, que es también vocal del Consejo General del Poder Judicial; Luis Román Puerta, Antonio Martí y Vicente Conde, y los fiscales Jesús Santos y Antonio del Moral.

Esta vigorosa presencia está relacionada con la especialización de la Obra, a partir del Vaticano II, en la enseñanza. Además de la Universidad de Navarra, con sus veinte facultades y su clínica universitaria, el Opus controla también el Instituto de Estudios Superiores de la Empresa (IESE), en cuyo consejo internacional se sientan los presidentes de grandes multinacionales y bancos. Son ya muchos los catedráticos de la Obra como José Luis Meilán Gil, rector de la Universidad de La Coruña; los catedráticos de Derecho Álvaro D'Ors, José Desantes, Andrés de la Oliva, Gaspar Ariño y Rafael Navarro Valls; los de Ciencias de la Información Javier Fernández del Moral, Luis Núñez Ladeveze, Manuel Fernández Areal y José Luis Martínez Albertos; de Geología, Ramón Llamas, y de Latín, Antonio Fontán.

La vinculación con los medios de comunicación es casi fundacional. "Tenemos que envolver el mundo en papel de periódico", solía decir Escrivá.

Entre los medios vinculados de alguna manera a la Obra se citan "Expansión", "Actualidad Económica", "Marca", "Telva", "Palabra" y "Mundo cristiano". Entre los periodistas y editores vinculados con la Obra están: Juan Pablo de Villanueva, Juan Kindelán, Miguel Platón, Luis Ayllón, José María García Hoz, Covadonga O'Shea, José Luis Cebrián Boné, Pilar Urbano, José Antonio Vidal-Quadras, Ramón Pi, Pablo Irazazábal, Luis Ignacio Seco, Francisco Prados de la Plaza, Joaquín Bordiú, José Apezarena, Ricardo Estarriol, Miguel Castellví, Pilar Cambra y Justino Sinova.

También forman parte de los círculos del Opus Dei numerosos eclesiásticos. Directamente ligados a la Obra estaba el portavoz de la Santa Sede, Joaquín Navarro Valls; el director de la escuela diplomática del Vaticano, Justo Mullor, o el presidente del Consejo Pontificio para la Interpretación de los Textos Legislativos, el también español Julián Herranz.

Escrivá consiguió atraer hacia su carisma a miles de personas. Quizás porque, durante siglos, se había dado una excesiva clericalización de la Iglesia, hasta el punto de que muchos pensaban que, para lograr la santidad, era preciso apartarse del mundo, hacerse fraile, cura o monja. Monseñor Escrivá, en cambio, adelantándose al Vaticano II, recuerda que la santidad es posible en medio del mundo, "haciendo endecasílabos de la prosa ordinaria de cada día', como le gustaba decir.

ESTRUCTURA ORGÁNICA DEL OPUS DEI

PRESIDENTE GENERAL ( PRELADO ) :

Máximo responsable vitalicio del Opus Dei y el único prelado personal de la Iglesia. Los miembros de la prelatura están sometidos a su autoridad y no a la de los obispos diocesanos. Tras el fundador, Escrivá de Balaguer, el siguiente prelado fue Alvaro del Portillo. A su muerte le sucedió Javier Echevarría, el actual prelado de la Obra.

NUMERARIOS

Forman el núcleo de la organización. Hacen votos de pobreza, castidad y obediencia. Viven en centros de la Obra, a la que entregan todos sus ingresos. Pueden ser tanto clérigos como seglares. Se subdividen en tres categorías: Electores (los que tiene voz y voto en la elección del presidente general de la Obra), inscritos (los que ocupan puestos de responsabilidad en el organigrama) y ordinarios (los que no ostentan cargos de dirección).

SUPERNUMERARIOS

Hombres y mujeres, solteros y casados. Entregan parte de sus ingresos a la Obra.

El presidente del Banco Popular, Ángel Ron, declaró al aterrizar a su cargo que "el Opus Dei no influye para nada y dudo que haya influido (en la gestión) en el pasado", sin embargo el vicepresidente de la entidad, Luis Hernando y Prat de la Riba, es hermano del vicario regional de la Obra.

Más empresas o corporaciones importantes en cuyos organismos directivos hay o ha habido allegados al Opus son FCC, BBVA, ONO o Europa Press, y organismos como el Fondo Monetario Internacional, la Unesco, la ONU o el FBI, cuyo director durante el mandato de Clinton, Louis Freeh (miembro del Opus) organizó, entre otras operaciones, el asalto contra la secta de David Koresh en Waco (Texas).

Como señalan las fuentes consultadas, lo más habitual es que los allegados nieguen pertenecer a la Obra, salvo que sea demasiado evidente. Uno de los que ha negado su filiación Carlos Dívar, que explicó durante su toma de posesión la ventaja que tenía respecto a ateos y agnósticos a la hora de juzgar: "Los católicos, obedeciendo al Papa, nunca nos equivocamos". (menos mal que se lo digan a los millones de muertos en nombre del catolicismo).

Otros magistrados en la órbita del Opus Dei son el ex vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) José Luis Requero (que participa activamente en actos del movimiento antiabortista), la presidente de la Audiencia de Bizkaia, Ana Iracheta, o el ex fiscal general del Estado, Jesús Cardenal.

- Cuando el verbo se hizo contante y sonante. La historia negra del Opus Dei.

La muerte de Juan Pablo I "de la que nunca se sabrá toda la verdad", como indica Alberto Moncada, aupó al arzobispo polaco Wojtyla a la silla de san Pedro, desde la que estableció a la Prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei como la primera y, hasta el momento, única "prelatura personal" sobre la faz de la tierra. Este privilegio supone que los miembros laicos del Opus pueden dedicarse a labores apostólicas sin depender de las diócesis regionales. La Obra se nutre de las aportaciones de los numerarios (eternos solteros que no tienen dinero para sus gastos personales), los supernumerarios que habitualmente están casados, y los allegados, cercanos o simpatizantes, que aportarían aproximadamente el 10% de su salario y gran parte de su testamento a cambio de guía espiritual.

En octubre de 1928, pergeñado por el sacerdote José María Escrivá tras una propuesta del mismo dios, nace el Opus Dei, que desde el inicio se establece como una organización anticomunista, misógina y de un oscurantismo manifiesto. Tras su periplo fascista, el régimen de Franco encuentra en la Obra un aliado que le ayuda a gestionar el período de autarquía por medio de varios ministros: los más famosos, los López (López Bravo y López Rodó). En 1969 12 de los 19 ministros del régimen eran miembros del Opus. Las muertes de Carrero Blanco, del propio Escrivá y de Franco restan parte de su influencia política al Opus que, no obstante, mantiene su influencia financiera gracias a los banqueros Rafael Termes y Luis Valls y su poder en el Vaticano por medio de Joaquín Navarro Valls, portavoz del Estado papal hasta 2002 (año de la canonización de Escrivá).

El "rescate" del Papa Juan Pablo II de manos de sus acreedores polacos por medio de la red financiera tejida en torno a la Fundación Limmat evidenció la pericia de los "banqueros del Opus" en materia de maquillaje financiero. Pese a que la organización se ha visto sacudida por escándalos como los de Rumasa, Matesa o Gescartera, el Opus ha salido sin mayor perjuicio dado que las aportaciones a la Obra no constan en ningún libro oficial. Según señala François Normand, en su libro "El poder del Opus Dei", la estrategia actual de este grupo consiste en infiltrarse en organización como la Organización para el Comercio y el Desarrollo Económico (OCDE), Naciones Unidas (ONU), en la Unesco o el Parlamento Europeo. En 1997, el Gobierno belga incluyó al Opus Dei en una lista de sectas por su carácter "integrista y elitista".

- Entrevista a Alberto Moncada, autor de "Historia oral del Opus Dei": "Todo el dinero del Opus Dei es dinero negro".

Moncada reconoce que meterse con el Opus Dei "es un deporte" aunque hoy prefiere dedicar el tiempo a su trabajo como presidente de Sociólogos Sin Fronteras.

Moncada estuvo en la Obra durante los '50. Ahora califica al Opus "como una extraña secta civil que controla a sus miembros solteros hasta límites inverosímiles". Considera que el Opus no influye en la vida política tanto como lo hizo durante las dictaduras de Franco en España o Pinochet en Chile o como lo viene haciendo la Conferencia Episcopal desde las legislaturas de Aznar.

- ¿Ha entrado el Opus en un período de recesión?

- Me da la sensación de que la gente está abandonando el Opus en desbandada. Hay una contradicción entre una primera generación cercana al poder y lo que pasa en la actualidad, que es un poder limitado que se concentra en la red de colegios que tiene. Yo le doy mucha importancia a sus centros de formación empresarial. Aparte del de Barcelona [IESE], hay en México, en Nafarroa, etc. Estos colegios han sabido dar con ese tipo de gestor neoconservador, capitalista a ultranza y muy legal que interesa a las empresas. Luego están las profesiones más conservadoras, por ejemplo la judicatura, donde hay personajes especialmente conservadores que son un trozo de Opus. Ese tipo de fundamentalismo funcionó muy bien con el Papa polaco, que les hizo muchos favores, como crearles esa independencia de los obispos territoriales o la 'turbocanonización' de Escrivá. Ahora ya no está tan claro, porque este Papa ya no es tan amigo.

- ¿Por qué dice que es una secta y no un grupo católico más?

- Como secta, es un grupo cerrado, donde no hay democracia interna, en la que los miembros están totalmente subordinados a lo que dice el superior. Evidentemente, la mayoría de los observatorios de sectas ya lo tienen clasificado como tal. A medida que la gente se informa, se va limitando su alcance.

- ¿Les han afectado las últimas películas críticas?

- La situación de las mujeres en el Opus es muy siniestra y eso es lo que aparece en "Camino". Es un reflejo muy bueno de lo que es el fanatismo, de cómo cogen a una niña y la manipulan hasta su muerte. En cuanto a la respuesta del Opus, ahora han sido más listos: se han callado, han puesto a la familia de la niña a dar la cara, pero ellos se han inhibido. Han aprendido del error que tuvieron con "El código Da Vinci".

- ¿Sólo hay gente de derechas en el Opus?

- Ellos no han inventado nada, simplemente cogen el Concilio de Trento y lo aplican hasta las últimas consecuencias. Son muy poco amigos de luchar contra los pecados del dinero: hay gente del Opus muy sinvergüenza, siempre la ha habido, pero eso se perdona. Se obsesionan por lo que tiene que ver con la obediencia, con el sexo, es decir, con la moral tradicional. Han tenido varios escándalos financieros, ahí está Ruiz Mateos, por ejemplo, que tuvo problemas porque dijo que había dado dinero para salvar al Papa Juan Pablo II. Ellos no quieren que se diga nada de la contabilidad del Opus. Por ejemplo, todo el dinero del Opus es negro. Alguien del Opus tiene la obligación, como casado, de dar el 10% de sus ingresos. Pero nunca les dan un recibo. Tienen una contabilidad falsa: lo que ganan no va al fisco. El Opus es un paraíso fiscal.

- Itinerario de captación (Agustina López de los Mozos). (Agustina López de los Mozos es la coordinadora de la página Web Opus Libros (www.opuslibros.org)).

Actualmente la mayoría de las vocaciones de numerarios o numerarias que llegan a la prelatura provienen de los colegios de enseñanza media promovidos por la prelatura. Y, por lo general, son niños que anteriormente llevaban años como "socios" de los clubes infantiles familiares, promovidos en el entorno de la prelatura. Son escasas las vocaciones de numerarios entre universitarios y personas maduras: entre otras razones porque el afán de obtener "resultados proselitistas inmediatos" ha llevado a que los directores se hayan interesado por objetivos aparentemente "más rentables". Así, en los últimos lustros, se han centrado en los estudiantes de enseñanzas medias y en los de enseñanza primaria. Como el Código de Derecho Canónico no permitía ninguna incorporación hasta los 18 años, se acudió al subterfugio de crear la figura del aspirante a fin de tramitar "peticiones de admisión" sin validez canónica. No había más razón que el hecho de que fue el fundador quien estableció ese mínimo.

Desde el momento de su petición se les trata como "personas de la Obra" a todos los efectos: obligación de asistir a los medios de formación, disponibilidad, encargos, participación en las reuniones de familia, etc. Y se les va inculcando el espíritu de sumisión a los directores como portavoces de la "voluntad divina". No pocas veces se hace esto en contra del parecer de sus padres.

Se comienza por atraer niños a los clubes familiares donde aquéllos encuentran un ambiente grato que les ayuda a ocupar bastantes de sus ratos libres en "actividades de formación": esto es, se resuelve ahí el ocio de los pequeños, que siempre es un problema para los padres. Es en el club donde esos niños toman contacto con fieles numerarios o agregados que los superan en edad, en preparación y en experiencia vital. Éstos saben ganarse sus voluntades, su "amistad", y tantas veces su admiración. Saben entretenerlos, ayudarlos en sus tareas, también "adoctrinarlos" en el bien, al tiempo que les hacen sentirse "mayores".