Es curioso cuando en las tertulias después del almuerzo, alguno de los comensales de cierta edad y de cierto pensamiento político, da paso a contar alguna de sus batallas corriendo “delante de los grises”, y de los abusos de la dictadura. Pero observando el video que al final del artículo presentamos, uno piensa en los ciclos de la historia, y que ahora quien corre delante de “los negros”, “los azules”, “los verdes”, es todo el conjunto de la ciudadanía de España.
España está mal y peor que se va a poner. La coyuntura establecida desde la política en nuestro país es inadmisible para la inmensa mayoría de ciudadanos de un país con 46 millones de habitantes que forma parte de la Unión Europea, de la OCDE, y que ocupa el décimo puesto entre las economías mundiales.
La democracia en España ha degenerado en tiranía, una casta política se ha apropiado del poder, vulnera las leyes, derrocha el dinero y elude rendir cuentas de su nefasta gestión, sin siquiera pedir disculpas por habernos llevado a la quiebra económica y la ruina política, en plena impunidad y con la inmunidad que les concede su condición de representantes públicos.
En España no hay democracia, porque desde el abuso de poder, los políticos se han convertido en una casta parasitaria, en una nueva aristocracia disfrazada que somete a los ciudadanos como si fueran sus súbditos a sus caprichos y veleidades.
La mayor desigualdad en nuestro país, radica en una nueva nobleza, no la espiritual, la teocrática, LA DE VERDAD, y esta nueva aristocracia es la existente entre ciudadanos y políticos. Los ciudadanos sometidos a la condición de vasallaje y los políticos alzados a la condición de señorío y nobleza. De tanto progresar, casi hemos llegado a 1812, doscientos años después, en un viaje de eterno retorno hacia el Antiguo Régimen.
Pero la inmensa mayoría de los españoles no somos analfabetos, aunque los políticos nos traten como si lo fuéramos. La representación política tenía sentido cuando los políticos no eran unos truhanes y los ciudadanos no sabían leer ni escribir, hoy en día no lo tiene para la inmensa mayoría de los españoles, a medida que los ciudadanos han adquirido más conciencia política de sus libertades y derechos, los políticos se comportan de forma más tirana, tratando de blindarse en el poder y el privilegio.
Mientras los ciudadanos avanzamos hacia la democracia los políticos se encastillan en la tiranía. El sistema de representación política agoniza. No se puede confiar nuestra existencia en aquellos políticos que sirven antes a su partido político que a sus electores. Esto es una usurpación de la democracia, una detentación inaceptable del poder.
Decía Lichtemberg que cuando los que mandan pierden la vergüenza los que obedecen pierden el respeto.
En España vivimos en una oligarquía, que no es el gobierno de los oligofrénicos, sino el gobierno de unos pocos que, a espaldas de sus representados, atesoran todo el poder en sus manos, sin rendir cuentas más que ante sí mismos, porque también han subyugado la justicia a sus intereses.
La culpa, estimados hermanos, la tiene el ciudadano, el tímido ciudadano, que todo lo observa desde la barrera, ahora comprendo que seamos un país de toros, uno torea, y los demás solo miran y hacen “ollleeeeeees”, total si algo sucede, es el que se expone el que lleva lo cornada, y después al bar, a arreglar la política del país.
Los españoles debemos dejar de votar al PP y al PSOE, al igual que al resto de partidos políticos parlamentarios, porque todos ellos son responsables de lo que ha ocurrido, está ocurriendo y ocurrirá. Debemos utilizar la navaja de Ockham y simplificar la representación política hasta que no sea posible la representación directa de los ciudadanos en la política..
España necesita una refundación nacional, con una Constitución renovada que traspase paulatinamente la representación política a los ciudadanos. España no puede tener democracia mientras esta siga secuestrada por los partidos políticos convencionales y sus armas e instrumentos de represión al pueblo, a golpe de porra, ¿ y esto no atenta a los derechos de los ciudadanos, no nos asiste cuando nos golpean, ningún derecho humanitario, nos tendríann que invadir los Estados Unidos; perdón, la OTAN?.
Creo que va siendo hora de que en nuestro país se creen formaciones anti-partidarias no orientadas por el engaño y la mezquindad de la apropiación interesada por parte de los políticos. Las ideologías son una falacia, ni el PSOE es social, ni el PP es individual, ni los nacionalismos son particulares, en realidad todos los políticos constituyen una masa amorfa de poder y dominio, que maltrata a los ciudadanos con parsimonia y perseverancia de forma inevitable, siguiendo como siempre digo el antiguo axioma de “Pan y Circo”, ahora “Sálvame de Luxe, y Gran Hermano”.
Se hace necesario usar la democracia para librarnos de los falsos demócratas que subvierten la representación política. La tarea es ardua, puesto que los medios de comunicación silenciarán cualquier alternativa emergente, y pronto empezarán a inventar falsas calumnias, y saldrán las interviú de turno, y los ciudadanos onanistas, ahogarán sus penas a golpe de zambomba, sin ser navidad… pero hoy contamos con medios alternativos para divulgar cualquier opción diferente. La política partidaria nunca podrá traernos soluciones, pero seguirá llenando nuestras vidas de nuevos problemas, no queda mucho tiempo para decidir antes de que nuestras vidas se conviertan en un infierno.
Sólo creando una facción política que se conforme como agrupación electoral diversa con presencia en todo el ámbito español, e internacional en un futuro podremos resolver lo que está ocurriendo.
En su programa una sola propuesta: denunciar de forma permanente todo lo que está ocurriendo en la política española, mientras que sus representantes firmen de forma anticipada tener un sueldo similar al que reciben actualmente en su vida privada y el dinero restante que obtengan con respecto a la remuneración política habitual, revierta directamente en los ciudadanos, creando una fundación con el único objetivo de desenmascarar el secuestro de la democracia a que nos someten los partidos políticos convencionales y adoptar iniciativas jurídicas contra todos los casos de corrupción política existentes, y también de los órganos de poder, que ayudan a esa corrupción, en el Legislativo, y Judicial, entre otros.
Como comentaba, nos golpean y callamos, vemos desde las gradas, la tiranía en el ruedo, observando este atropello en contra de los derechos más importantes de los ciudadanos, y nada hacemos.
Deberíamos de actuar… ha llegado el momento, el de una nueva revolución, sin violencia, una revolución inteligente, de todos y todas… no sólo del Gobierno de España, sino de los CIUDADANOS DE ESPAÑA.



