Recientemente ha aparecido en la página web del Parlamento Argentino de Religiones una serie de acusaciones calumniosas e injuriosas contra de la persona del Príncipe de Septimio-Bathzabbay el Tadmur.
Sin ninguna duda las autoridades del PAR son responsables por publicar opiniones personales, sin fuente fidedigna de consulta ni indagaciones sobre la exactitud o veracidad de informaciones vertidas en dicha página web, absolutamente calumniosas al afirmar, entre otros agravios, que el Gran Maestre es culpable de un hecho delictuoso tan grave como es el homicidio, sumado a diversas afirmaciones de contenido injurioso.
En consecuencia para que exista injuria, es necesaria la existencia de "animus injuriandi", es decir, la intención o ánimo de injuriar, de ofender, de deshonrar o desacreditar a la víctima. Basta que exista "animus injuriandi" para que exista injuria, no requiriéndose la intención de causar un daño a la víctima.
El Príncipe tiene una larga trayectoria y prestigio en su actividad profesional y siempre con una conducta que ha sido intachable, como también en todos los aspectos de su vida comercial, social y privada.
Es necesario recordar que los únicos directores del PAR que fuera hospedado en la casa del Gran Maestre, fueron Alfredo Mingolla, y José Grifa, por lo cual no sería de extrañar que el autor de tamañas inexactitudes fuera el nombrado Mingolla como consecuencia de los Informes (Vinicius) que publicamos en su oportunidad con numerosas fuentes fidedignas consultadas.
Esta campaña de difamación enmarca dentro de una persecución religiosa que será denunciada ante el INADI y ante el Registro de Culto del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República de Argentina.
Dr. Jorge Enrique Odorisio.
Representante Jurídico .-
