Wednesday, September 01, 2010

¿Por qué unos Si y otros No?.-

El Comendador de la Orden Bonaria, de los Caballeros de Devoción, Orden Monástica del Rito-Sirio Bizantino, perteneciente a la Orden Bonaria, que práctica la tradición Hesicasta, el Padre Andrés Tirado, realiza sus funciones cómo Vicario Apostólico de la Proto-Eparquía de Iberia para Colombia.

Su vida es un continuo deambular y peregrinaje por esos a veces peligrosos y bellos caminos de tan especial país.

Llegar a una ciudad y pueblo, y darse a conocer, hacer misas especiales para que la gente comprenda el espíritu de amor a Dios, le lleva a veces a sufrir, ¡¡¡ cómo no va a ser de otra manera, ES UN CABALLERO BONARIO !!!, ataques y persecuciones por el que dice llamarse clero oficial.

En la misión que tenemos en Bogotá Norte, hizo una misa especial con todo el amor y cariño, para pedir por la prosperidad de las familias, que quisieron acudir.

Pero el párroco católico, en vez de predicar amor, arremetió, contra el Padre Tirado, acusándolo de todos los males, de secta peligrosa, etc, etc.


No sabíamos nosotros, que Dios, solo hablara con Su Santidad y sus secuaces. No sé dónde está ese contrato de representación absoluta; ya que si es como el de Constantino, Dios nos guarde a todos.

¿Por qué según ellos, unos somos secta, y ellos no?, ¿ cuál es la diferencia?.

¿Por qué si los Bonaria, hiciéramos lo que vamos a continuación a detallar, seríamos dignos del mismo infierno, pero como es una agrupación monástica católica, es digna de elogio?.

Duermen en tablas, no tienen despensa ni poseen muebles, comen y dan clases en el suelo. Por supuesto, no hay espejos. No usan gel ni champú. Carecen de radio y TV. Viven de la limosna... Son las «hermanas azules»

El pasado mes de noviembre, Carmen Torralvo se dispuso a cumplir el juramento que se había hecho a sí misma. Seis meses antes, en mayo de 2002, su hija Julia (20 años recién cumplidos), había dejado atrás su carrera, a su novio, las discotecas, los viajes, una buena posición social y un futuro prometedor a las puertas de un convento de la localidad de Oropesa, en la provincia de Toledo.

Al otro lado de los muros le esperaba una vida de dormir sobre esterillas o cartones sin calefacción alguna, de ducharse con agua fría todos los días del año, de ayunar hasta 40 días en cuaresma... En definitiva, una existencia para la que se requiere una vocación inquebrantable y que muchos padres no pueden comprender, asumir, ni aceptar.

«A mi hija la han manipulado con malas artes, le han lavado el cerebro», asegura Carmen. «Ella dice que es feliz, pero la suya es una felicidad de mentira, porque no tiene capacidad de comparar.La captaron con eslóganes como "Para amar a Dios tienes que morir por Él" o "El que ama realmente a Dios tiene que dejar a su padre y a su madre", y ya a los 15 años Julia me mentía para escaparse con ellas a la más mínima oportunidad».


Así que, en noviembre, con la misma convicción con que su hija cruzó el umbral del templo, ella puso rumbo a Oropesa, desde su casa de Montilla (Córdoba), resuelta a llevársela de vuelta a casa.

No pudo. La joven novicia, al ver que sus padres querían secuestrarla, comenzó a gritar y a pedir auxilio.
«Salieron las demás y, entre golpes y empujones, la llevaron de nuevo para adentro», recuerda Carmen.

«Si fuera una secta que no tuviera a la Iglesia Católica detrás ya estarían en la cárcel», apostilla.

EL MISMO CEPILLO DENTAL

A más de 200 kilómetros al norte de Montilla, en Talavera de la Reina (Toledo), Agustín Díaz Ayuso, un industrial jubilado piensa justo lo contrario. «De secta, nada», replica. «Mi mujer y yo sabemos muy bien que es muy duro. A nosotros también nos costó mucho cuando, hace seis años, nuestra hija, la pequeña de siete hermanos, nos comunicó que quería hacer el noviciado.Pero ella se había marcado otras metas que a los demás nos cuesta mucho entender. La forma de vida que llevan es durísima, pero elegida libremente, y de los siete hijos que tengo, ella es la más feliz con mucho».

La joven, con 21 años entonces, había estudiado en el prestigioso Icade de los jesuitas de Madrid, pasó temporadas en Suiza y California estudiando idiomas y «cuando entró», evoca su padre, «lo hizo absolutamente consciente de lo que hacía y sin nada más que un cepillo de dientes que al rato nos bajó, porque hasta los cepillos de dientes son todos iguales».

En una época de sequía vocacional, la hija de Agustín y la de Carmen son dos de las casi 100 monjas de la Fraternidad Reparadora en el Corazón de Cristo Sacerdote. Fundada por el jesuita Luis María Mendizábal y bendecida por el entonces cardenal primado de Toledo, Marcelo González, la congregación se instaló en un convento abandonado de la villa de Oropesa y allí comenzó su ideal de vida espartano.

El noviciado dura cuatro años. Se levantan al alba, dedican toda la mañana a la adoración de Jesús Sacramentado, expuesto en su iglesia y, por la tarde, estudian o trabajan en los quehaceres pastorales de la parroquia. No tienen despensa y viven de lo que la gente les da cada día. Cuando no tienen nada, ayunan.No tienen televisión ni radio. Duermen sobre tablas sin colchón, ayunan todos los jueves y se mortifican con cilicios y disciplinas.

A pesar de eso, las azules, como las conocen en Oropesa porque llevan hábito de tela azul vaquera, toca y alpargatas del mismo color, no dan abasto a recibir vocaciones. Y la mayoría de las novicias son chicas muy jóvenes (no pueden entrar antes de los 18 años), con carrera universitaria y, en general, de familias acomodadas de Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura y Galicia.

No utilizan muebles. No tienen bancos ni mesas. Comen y dan clases en el suelo. Y, por supuesto, en toda la casa no hay espejos ni nada que pueda incitar a la coquetería femenina.

«Se lavan con jabón de sosa y huelen a grasa rancia y recalentada.No usan gel ni champú, no comen adecuadamente y hasta se marcan retos para ver quién es la que aguanta más días sin comer y sin beber por Cristo. Por eso sufren anemia y se les retira la menstruación», asegura la madre de la joven Julia.

Es la regla inventada por Santa Teresa en el siglo XVI para sus monjas. Regla que después se fue suavizando, hasta que el siglo pasado, la Madre Maravillas se escindió del tronco común de las carmelitas y fundó las monjas maravillosas o de la Estricta Observancia, a las que copian la Fraternidad Reparadora.

«Estas cosas llaman mucho la atención sobre todo a la gente que no entiende la vida religiosa, pero es algo que se hace en muchos conventos», insiste Agustín Díaz. «Lo que sí sé es que mi hija lleva seis años con la Fraternidad, está más gorda que antes y le aseguro que su felicidad es inmensa y de ella nos contagiamos todos cuando vamos a visitarla».

RECOGIDA DE FIRMAS

Las visitas también están muy reguladas. Las hermanas de la Fraternidad nunca van a sus casas y los familiares sólo pueden visitarlas una vez cada dos meses.

Agustín está esperando con ansia la próxima visita. Carmen, entretanto, sigue removiendo Roma con Toledo para denunciar la situación de esta congregación. Ha hablado con el cardenal de la Curia Romana, Eduardo Martínez Somalo, y se ha entrevistado con el anterior primado de Toledo, Francisco Alvarez. «Nos recibió amablemente», señala «y nos dijo que estaba enterado de todo, pero que no podía hacer nada».

En cambio, el nuevo primado, Antonio Cañizares, al que un grupo de padres pidió audiencia el pasado mes de diciembre, todavía no ha contestado y ya ha hecho pública una nota «en orden a deshacer las falsedades y calumnias que sobre este instituto de vida consagrada se vierten».

El arzobispo califica la vida de las monjas azules de «ejemplo de fidelidad al Evangelio» y asegura que «nada de lo que se hace o vive en este instituto o en su casa de Oropesa es vejatorio de la dignidad de las personas, ni está en contra en modo alguno de los derechos humanos, ni atenta contra la salud».

Para Agustín, «esa nota, si la publican completa, lo dice todo».Para Carmen, «eso es un camelo para proteger al cardenal Marcelo González, administrador de una oscura Fundación del Sagrado Corazón, que es la que mueve todos los dineros del Instituto, que no son pocos, aunque nadie parece conocerlos. Por eso, yo sigo recogiendo firmas para que hagan una inspección de esa iglesia paralela, que le está destrozando la vida a chicas como la mía».

Y en ello perseveran uno y otra. Son la cara y cruz de la medalla de la Fraternidad Reparadora.

TOLEDO, ESE REDUCTO ULTRACATOLICO

Durante 23 años (1972-1995), el reaccionario cardenal Marcelo González Martín, rigió los destinos de la archidiócesis de Toledo.Bajo sus alas se instalaron allí instituciones y organismos de marcada tendencia conservadora provenientes de todo el mundo.

SEMINARIO: es el refugio de los seminaristas descontentos con la línea más abierta de otros obispos, no ya de España, sino de todo el mundo. Entre los curas españoles, al que ha estudiado en Toledo se le considera, de entrada y por principio, un carca.Aún hoy se ordenan unos 20 seminaristas al año, por lo que Toledo exporta sacerdotes.

FRATERNIDAD SACERDOTAL Y MOVIMIENTO APOSTOLICO GETSEMANI: un conjunto que se mueve en los sectores más reaccionarios y al que se acusó de utilizar técnicas sectarias en la captación.Tiene tres patas: los curas de la Fraternidad Sacerdotal, las monjas de la Fraternidad Reparadora y los jóvenes laicos de Getsemaní.

HIJAS DE MARIA NUESTRA SEÑORA: es una orden que se escindió de la Compañía de María para retornar a una más estricta observancia.«Creemos que el sexo marca diferencias de aptitudes de conocimiento, de conducta y de momento de maduración», se lee en su ideario.«Aunque no de dignidad», se añade.

OTRAS: entre las organizaciones integristas de Toledo también están los Operarios del Reino de Cristo, de origen mexicano, con seminario en Olías del Rey, los Siervos de los Pobres del Tercer Mundo, en Ajofrín, y los Misioneros Eucarísticos Guadalupanos de San José, en Almonacid.

¡¡¡¡ MENOS MAL QUE LA INQUISICIÓN YA NO ESTÁ!!!

VER TRABAJO DEL PADRE TIRADO EN VIDEO.-