A veces suceden los pequeños milagros, esos que surgen sin que nadie los busque, aparecen solos y misteriosos, como premio de la eternidad al trabajo bien realizado.
El Arzobispo Primado de Colombia, Monseñor Jairo González-Montoya, de la Iglesia de la Santa Fe del Oriente Cristiano, Prior General de la Orden Bonaria, Hermano, y ante todo amigo, luchador incansable por los necesitados, perseguido también en su proceder, porque ayuda a los marginados, a los pobres, a los que llaman a su puerta…
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El Arzobispo Primado de Colombia, Monseñor Jairo González-Montoya, de la Iglesia de la Santa Fe del Oriente Cristiano, Prior General de la Orden Bonaria, Hermano, y ante todo amigo, luchador incansable por los necesitados, perseguido también en su proceder, porque ayuda a los marginados, a los pobres, a los que llaman a su puerta…
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Estaba nuestro Hermano, preparando bolsas de comida, limpiando la Iglesia, jugando con los niños, haciendo bromas a las ancianas, su mente estaba en las calles, en los mercados que acompañado de tantos sacerdotes y diáconos recorre para pedir alimentos para los necesitados… cuando, sintió un golpe, y otro..
Era un mensajero, que traía un regalo, especialmente bendecido para nuestra Iglesia, y para nuestro Hermano, y ese enigmático regalo procedía de Siria, esta, tan querida por nosotros, tan Amada del Gran Maestre…
Era un mensajero, que traía un regalo, especialmente bendecido para nuestra Iglesia, y para nuestro Hermano, y ese enigmático regalo procedía de Siria, esta, tan querida por nosotros, tan Amada del Gran Maestre…
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Nuestro Hermano, abrió nervioso la enigmática entrega, y emocionado tuvo que sentarse, era una cruz episcopal de oro, entregada y especialmente bendecida por Su Beatitud el Patriarca de Antioquía Moran Mar Ignatius Zakka I Iwas, Patriarca Siriaco de Antioquía y del todo Oriente.
Nuestro Hermano, abrió nervioso la enigmática entrega, y emocionado tuvo que sentarse, era una cruz episcopal de oro, entregada y especialmente bendecida por Su Beatitud el Patriarca de Antioquía Moran Mar Ignatius Zakka I Iwas, Patriarca Siriaco de Antioquía y del todo Oriente.
La Iglesia Siríaca (o mas conocida como Siriana) remonta su origen hasta los tiempos apostólicos, es decir, al tiempo de los primeros cristianos en que formaron la Comunidad de Antioquia que es mencionada en los Hechos de los Apóstoles.
La Iglesia antioquena se convirtió en uno de los grandes centros de la cristiandad de los primeros siglos, pero el Concilio de Calcedonia celebrado en el año 451, provocó un gran cisma dentro de esta comunidad. Las enseñanzas conciliares fueron puestas en ejecución en las ciudades por parte de las autoridades bizantinas imperiales, pero en parte por ello, fueron ampliamente rechazadas en las zonas rurales.
En el siglo VI, el obispo de Edessa, Jacobo Baradai, ordenó muchos obispos y sacerdotes que continuaron firmes en la Fe de aquellos quienes rechazaron al Concilio como una forma de oposición al Imperio, consecuentemente, esta Iglesia comenzó a ser conocida como “jacobita”, con su propia liturgia (conocida bajo el nombre de Siriana Occidental o Antioquena) y sus propias tradiciones, adoptando el lenguaje siríaco que era el usado por el común de la población. Algunas comunidades fueron establecidas fuera del Imperio Bizantino, mas concretamente en Persia.
La conquista del área por parte del Imperio Persa, y mas tarde por los árabes, terminó con la persecución ejercida por los bizantinos, creando las condiciones favorables para el desarrollo y expansión de la Iglesia Siriana. En la Edad Media hubo un gran reavivamiento intelectual dentro de esta Iglesia, cuando la comunidad poseyó florecientes escuelas de teología, filosofía, historia y ciencia. En aquellos gloriosos tiempos la Iglesia Ortodoxa Siríaca incluía 20 Sedes Metropolitanas, y 103 diócesis extendidas hasta el Lejano Oriente (Afganistán). También hubo evidencias de comunidades sirianas sin obispos en zonas tan distantes como en Turquestán y Sinnkiang.
Las invasiones mogoles de finales de siglo XIV, destruyeron gran parte de sus templos y monasterios, iniciando el comienzo de una larga decadencia.
Esta Iglesia fue duramente golpeada, sufriendo grandes pérdidas durante y después de la I Guerra Mundial, cuando los turcos desataron una ola de persecución masacrando a gran parte de la población en el oriente del país, conduciendo un éxodo que provocó la dispersión de la comunidad.
Aún en la actualidad, los ortodoxos siríacos permanecen en movimiento, durante las décadas del 50 y 60 muchos debieron emigrar de Irak y Siria, al Líbano. Dentro de Iraq, ellos se movilizaron desde la norteña ciudad de Mosul a Bagdad. La erosión mas seria de esta comunidad tuvo lugar en el Sudeste de Turquía, dónde solo quedan un puñado de ortodoxos sirianos de la otrora numerosa comunidad. También durante los primeros años del siglo XX muchos emigraron a Europa Occidental y las Américas por razones políticas y económicas.
Los Sirianos tienen una fuerte tradición monástica, pero muy pocos monasterios pudieron sobrevivir a tanta persecución permaneciendo tan solo unos pocos en la Provincia Turca de Mardin y otras partes de Medio Oriente. Actualmente hay tres monasterios en la diáspora localizados en Holanda, Alemania y Suiza.
Los Patriarcas Sirianos residieron en Antioquia hasta el año 1034, luego pasaron a residir en el Monasterio Mar Barsauna (1034 a 1293), en el Monasterio de Der ez-Za´faran (1293 a 1924), en Homs, Siria, (1924 a 1959), y finalmente en la ciudad de Damasco desde el año 1959.
Alguna educación teológica es aún impartida por los monasterios, aunque el seminario ortodoxo siriano de San Efrén, es el mayor Instituto Teológico del Patriarcado.
En Abril del año 2000, el Santo Sínodo cambió el nombre oficial de la Iglesia, quién pasó a denominarse bajo el nombre de: “Iglesia Ortodoxa Siríaca de Antioquia”, en orden a evitar el error de asociar a la Iglesia con la nacionalidad siria, o a ser identificada con ese estado. El nuevo nombre será adoptado gradualmente con el transcurso del tiempo.
Desde el siglo XVII, el Patriarcado siriano ha incluido una Iglesia Autónoma en la India, una parte de la cual es actualmente llamada “Iglesia Ortodoxa Siriana Malankara”. La cabeza de esta Iglesia, el catolikós Mar Baselios Paulos II, murió en Septiembre de 1996.
LOCALIZACIÓN: Siria, Líbano, Turquía, Israel, India y diáspora
CABEZA: Patriarca IGNATIUS ZAKKA I IWAS (nac.1933 electo 1980)
TÍTULO: Patriarca Siríaco de Antioquia y todo Oriente
RESIDENCIA: Damasco, Siria
FIELES: 500.000 en Medio Oriente, sumado a 1.000.000 de la India
Su Beatitud el Patriarca de Antioquía Moran Mar Ignatius Zakka I Iwas, Patriarca Siriaco de Antioquía y del todo Oriente.