Un grupo tibetano presentó el martes un caso criminal contra altos dirigentes chinos por genocidio y crímenes contra la humanidad, aprovechando las ventajas de las leyes españolas sobre crímenes contra los derechos humanos en el exterior.
El caso, que el Comité para el Apoyo del Tíbet dice es el primero de este tipo, acusa a altos dirigentes chinos, incluido el antiguo presidente Jiang Zemin y el ex primer ministro Li Peng, de autorizar masacres y torturas en el Tíbet.
La Audiencia Nacional debe ahora decidir si asigna un juez al caso, que podría solicitar a las autoridades chinas el arresto de los inculpados e incluso embargar sus propiedades.
Los chinos me torturaron a mí y a muchos de mis amigos de Tíbet', dijo el monje budista Palden Gyatso, que contó que perdió sus dientes por las palizas recibidas durante 33 años en prisión. 'Para mí, es un gran día porque podemos presentar una querella contra China'.
La china comunista envió tropas a Tíbet para imponer su régimen en 1950. El líder budista de Tíbet, el Dalai Lama, huyó a India nueve años más tarde después de una revuelta fallida contra el mandato chino.
Muchos países están un poco supeditados a lo que son los negocios en China y por eso hay silencio sobre la situación de los derechos humanos en Tíbet', dijo el abogado del caso José Elías Esteve a los periodistas en el exterior de la Audiencia Nacional, flanqueado por tres monjes tibetanos.
En la actualidad se presta más atención a las acciones violentas y terroristas y son las que salen en prensa y no la acción no violenta y pacifica de los tibetanos que durante 50 años han estado revindicando sus derechos sin éxito alguno', añadió.
Representantes en la embajada china en Madrid no estaban por el momento disponibles para hacer declaraciones.
Los jueces españoles han adoptado un papel protagonista en la persecución de los crímenes internacionales contra los derechos humanos. En abril, la Audiencia Nacional condenó a un antiguo capitán de la Armada argentina a 640 años de prisión por crímenes contra la humanidad durante la 'guerra sucia' del país entre 1976 y 1983 contra los opositores de izquierdas.
Además, la Audiencia tiene competencia para intentar procesar a sospechosos de genocidio, terrorismo o torturas cometidos en cualquier parte del mundo si hay víctimas españoles de por medio.
Los precedentes que han surgido en España hacen que sea un buen foro para conocer el caso ya que China no reconoce a la Corte Penal Internacional y, por supuesto, en la misma China los tribunales están absolutamente supeditados al Partido Comunista', dijo Esteve.
Aunque no es estrictamente necesario que un ciudadano español esté afectado en el caso, ya que la Audiencia Nacional verá el caso bajo el principio de 'justicia universal', Esteve dijo que uno de los monjes tibetanos que presentan la querella tiene nacionalidad española.
Nací en el Tíbet y tenía tan sólo cuatro años cuando los chinos lo invadieron', dijo Thubten Wangchen, que vive en Barcelona. 'Los chinos mataron a 1,2 millones de ciudadanos, incluida mi madre... Toda mi vida he vivido en el exilio'.
Una fuente judicial dijo que era improbable que la Audiencia Nacional aceptase a trámite el caso sin pruebas de alguna víctima española.
El Dalai Lama, que dirige el gobierno tibetano en el exilio en la base india de Dharamsala, intenta conseguir una mayor autonomía para el Tíbet sin propugnar la total independencia de China. Pekín le niega el permiso para regresar a su país.
El caso, que el Comité para el Apoyo del Tíbet dice es el primero de este tipo, acusa a altos dirigentes chinos, incluido el antiguo presidente Jiang Zemin y el ex primer ministro Li Peng, de autorizar masacres y torturas en el Tíbet.
La Audiencia Nacional debe ahora decidir si asigna un juez al caso, que podría solicitar a las autoridades chinas el arresto de los inculpados e incluso embargar sus propiedades.
Los chinos me torturaron a mí y a muchos de mis amigos de Tíbet', dijo el monje budista Palden Gyatso, que contó que perdió sus dientes por las palizas recibidas durante 33 años en prisión. 'Para mí, es un gran día porque podemos presentar una querella contra China'.
La china comunista envió tropas a Tíbet para imponer su régimen en 1950. El líder budista de Tíbet, el Dalai Lama, huyó a India nueve años más tarde después de una revuelta fallida contra el mandato chino.
Muchos países están un poco supeditados a lo que son los negocios en China y por eso hay silencio sobre la situación de los derechos humanos en Tíbet', dijo el abogado del caso José Elías Esteve a los periodistas en el exterior de la Audiencia Nacional, flanqueado por tres monjes tibetanos.
En la actualidad se presta más atención a las acciones violentas y terroristas y son las que salen en prensa y no la acción no violenta y pacifica de los tibetanos que durante 50 años han estado revindicando sus derechos sin éxito alguno', añadió.
Representantes en la embajada china en Madrid no estaban por el momento disponibles para hacer declaraciones.
Los jueces españoles han adoptado un papel protagonista en la persecución de los crímenes internacionales contra los derechos humanos. En abril, la Audiencia Nacional condenó a un antiguo capitán de la Armada argentina a 640 años de prisión por crímenes contra la humanidad durante la 'guerra sucia' del país entre 1976 y 1983 contra los opositores de izquierdas.
Además, la Audiencia tiene competencia para intentar procesar a sospechosos de genocidio, terrorismo o torturas cometidos en cualquier parte del mundo si hay víctimas españoles de por medio.
Los precedentes que han surgido en España hacen que sea un buen foro para conocer el caso ya que China no reconoce a la Corte Penal Internacional y, por supuesto, en la misma China los tribunales están absolutamente supeditados al Partido Comunista', dijo Esteve.
Aunque no es estrictamente necesario que un ciudadano español esté afectado en el caso, ya que la Audiencia Nacional verá el caso bajo el principio de 'justicia universal', Esteve dijo que uno de los monjes tibetanos que presentan la querella tiene nacionalidad española.
Nací en el Tíbet y tenía tan sólo cuatro años cuando los chinos lo invadieron', dijo Thubten Wangchen, que vive en Barcelona. 'Los chinos mataron a 1,2 millones de ciudadanos, incluida mi madre... Toda mi vida he vivido en el exilio'.
Una fuente judicial dijo que era improbable que la Audiencia Nacional aceptase a trámite el caso sin pruebas de alguna víctima española.
El Dalai Lama, que dirige el gobierno tibetano en el exilio en la base india de Dharamsala, intenta conseguir una mayor autonomía para el Tíbet sin propugnar la total independencia de China. Pekín le niega el permiso para regresar a su país.