El Príncipe Don Manuel de Septimio-Bathzabbay el Tadmur, conoció a Grigori Efimovich Novi, más conocido históricamente como Rasputín.
Grigori no era sacerdote, ni monje, no recibió nunca órdenes religiosas; en su juventud era un crápula, borracho y estafador, debido a su reputación en el pueblo le pusieron el apodo de Razputza, que se traduce literalmente como “el libertino”.
En Siberia, lugar de nacimiento fue iniciado en el chamanismo, sus visiones fueron poderosas, influidas por las Sagradas Escrituras, convirtiéndose en un staretz (el viejo) peregrino que vagaba de pueblo en pueblo.
Rasputín y D. Manuel se conocieron en Petersburgo en casa del mago y ocultista tibetano Badmayev, gran maestro de hipnosis, que era el médico secreto del Emperador y su hijo. Fue Badmayev quién lo introdujo en la Corte del Zar.
Rasputín tenía un doble, especialmente preparado, que actuaba para descrédito de la Familia Imperial.
Contaba D. Manuel una anécdota muy reveladora de la verdad a comienzos de 1.910, cuando Rasputín era conocido, unos enviados de la Orjana, la policía secreta, fueron a verle y muy respetuosamente, le propusieron la fabulosa suma de 200.000 rublos si aceptaba de vez en cuando, hacer sugerencias “de carácter político” al monarca. Rasputín contestó:
– Voy a preguntar a nuestro padre el Zar, si puedo aceptar Su ofrecimiento. La mayoría no tienen la menor idea de como vivía la Familia Imperial de Rusia, y sobre todo, el protocolo, muy severo.
Una emperatriz de Rusia no podía fácilmente recibir a un simple particular.
D.Manuel afirmó en sus comentarios que Rasputín fue personalmente al Palacio Alejandro sólo cuatro o cinco veces en tres años, dato que confirma la Gran Duquesa Olga en sus Memorias, siempre acompañado de un furriel de la corte, y mediante ascensor privado subía a las habitaciones de Alexis. Todas las reuniones fueron con el Zar, la Zarina y Ania Viribuva, amante del Príncipe de Tadmur, en su juventud.
Los furrieles imperiales iban vestidos de amarillo y llevaban un gorro que marcaba su estatus con tres plumas de color blanca, azul y roja.
Rasputín era enemigo de la guerra, como buen campesino era un observador fiel de las necesidades reales y de la miseria del pueblo durante la guerra.
El estaretz iba a pedir al Zar que no declarara la guerra, pero fue víctima de un atentado promovido por el Gran Duque Nicolás Nicolaievich, que lo apartó de la capital en esta fecha tan crucial. Desde el hospital envió a la emperatriz un largo telegrama en el que rogaba a la soberana que no permitiera aquella guerra.
Europa … esa entidad que había dado la Luz al mundo desde Grecia, Roma y Bizancio, la Europa cantada por Bernardo de Claraval y Pedro de Amiens, esa Europa de la que tanto se habla y no encuentra jamás, esa Europa, la de VERDAD, no la sionista, murió en los campos de batalla del verano de 1.914.
Rodolfo San Esteban.
Emb. Rep. Bolivariana de Venezuela.
Orden Bonaria.
Historiador.
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Grigori no era sacerdote, ni monje, no recibió nunca órdenes religiosas; en su juventud era un crápula, borracho y estafador, debido a su reputación en el pueblo le pusieron el apodo de Razputza, que se traduce literalmente como “el libertino”.
En Siberia, lugar de nacimiento fue iniciado en el chamanismo, sus visiones fueron poderosas, influidas por las Sagradas Escrituras, convirtiéndose en un staretz (el viejo) peregrino que vagaba de pueblo en pueblo.
Rasputín y D. Manuel se conocieron en Petersburgo en casa del mago y ocultista tibetano Badmayev, gran maestro de hipnosis, que era el médico secreto del Emperador y su hijo. Fue Badmayev quién lo introdujo en la Corte del Zar.
Rasputín tenía un doble, especialmente preparado, que actuaba para descrédito de la Familia Imperial.
Contaba D. Manuel una anécdota muy reveladora de la verdad a comienzos de 1.910, cuando Rasputín era conocido, unos enviados de la Orjana, la policía secreta, fueron a verle y muy respetuosamente, le propusieron la fabulosa suma de 200.000 rublos si aceptaba de vez en cuando, hacer sugerencias “de carácter político” al monarca. Rasputín contestó:
– Voy a preguntar a nuestro padre el Zar, si puedo aceptar Su ofrecimiento. La mayoría no tienen la menor idea de como vivía la Familia Imperial de Rusia, y sobre todo, el protocolo, muy severo.
Una emperatriz de Rusia no podía fácilmente recibir a un simple particular.
D.Manuel afirmó en sus comentarios que Rasputín fue personalmente al Palacio Alejandro sólo cuatro o cinco veces en tres años, dato que confirma la Gran Duquesa Olga en sus Memorias, siempre acompañado de un furriel de la corte, y mediante ascensor privado subía a las habitaciones de Alexis. Todas las reuniones fueron con el Zar, la Zarina y Ania Viribuva, amante del Príncipe de Tadmur, en su juventud.
Los furrieles imperiales iban vestidos de amarillo y llevaban un gorro que marcaba su estatus con tres plumas de color blanca, azul y roja.
Rasputín era enemigo de la guerra, como buen campesino era un observador fiel de las necesidades reales y de la miseria del pueblo durante la guerra.
El estaretz iba a pedir al Zar que no declarara la guerra, pero fue víctima de un atentado promovido por el Gran Duque Nicolás Nicolaievich, que lo apartó de la capital en esta fecha tan crucial. Desde el hospital envió a la emperatriz un largo telegrama en el que rogaba a la soberana que no permitiera aquella guerra.
Europa … esa entidad que había dado la Luz al mundo desde Grecia, Roma y Bizancio, la Europa cantada por Bernardo de Claraval y Pedro de Amiens, esa Europa de la que tanto se habla y no encuentra jamás, esa Europa, la de VERDAD, no la sionista, murió en los campos de batalla del verano de 1.914.
Rodolfo San Esteban.
Emb. Rep. Bolivariana de Venezuela.
Orden Bonaria.
Historiador.
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