Cuando asumí las responsabilidades Dinásticas, tenía dos caminos por delante.
El primero sería el más fácil, la vida normal, sin problemas, sin dificultades, podría haberme llevado a un vivir mediocre, pero cómodo y tranquilo.
El otro, el escogido, es el de las pruebas, “el de la iniciación” a la verdad, un camino peligroso, duro, áspero, jalonado de pruebas de fuego, de emboscadas, de dificultades, de peligros incluso.
Pero, este es el verdadero camino, son las pruebas vividas por mis antepasados de generación en generación.
La Orden Bonaria, debe ser un instrumento de Paz, de progreso, de reconciliación entre culturas.
Cuando elegí ese camino, sabía que iba a vivir momentos duros, que me llevarían a dudar de lo sagrado, dónde la esperanza me abandonó y he conocido la injusticia.
He estado solo frente a Mi mismo, y el que creo es mi destino.
Pero un mal, se revela siempre como un bien.
La vida está formada de luchas incesantes, de enfrentamientos, de sacrificios y resignación.
Nada se ha construido sin pruebas y endurecimientos, y no vamos los Bonarios a ser la excepción.
Hoy respondo a la ofensa, con perdón, al odio con el amor, a la injusticia con equidad, a la discordia con la reconciliación y a mis dudas con la Fe en Nuestro Señor.
Como decía Platón: “El que sufre a causa de la injusticia, es menos desgraciado que el la comete”.
José M.Mosquera.
Príncipe de Septimio-Bathzabbay el Tadmur.
Gran Maestre de O.B.
El primero sería el más fácil, la vida normal, sin problemas, sin dificultades, podría haberme llevado a un vivir mediocre, pero cómodo y tranquilo.
El otro, el escogido, es el de las pruebas, “el de la iniciación” a la verdad, un camino peligroso, duro, áspero, jalonado de pruebas de fuego, de emboscadas, de dificultades, de peligros incluso.
Pero, este es el verdadero camino, son las pruebas vividas por mis antepasados de generación en generación.
La Orden Bonaria, debe ser un instrumento de Paz, de progreso, de reconciliación entre culturas.
Cuando elegí ese camino, sabía que iba a vivir momentos duros, que me llevarían a dudar de lo sagrado, dónde la esperanza me abandonó y he conocido la injusticia.
He estado solo frente a Mi mismo, y el que creo es mi destino.
Pero un mal, se revela siempre como un bien.
La vida está formada de luchas incesantes, de enfrentamientos, de sacrificios y resignación.
Nada se ha construido sin pruebas y endurecimientos, y no vamos los Bonarios a ser la excepción.
Hoy respondo a la ofensa, con perdón, al odio con el amor, a la injusticia con equidad, a la discordia con la reconciliación y a mis dudas con la Fe en Nuestro Señor.
Como decía Platón: “El que sufre a causa de la injusticia, es menos desgraciado que el la comete”.
José M.Mosquera.
Príncipe de Septimio-Bathzabbay el Tadmur.
Gran Maestre de O.B.