Tuesday, November 24, 2009

Y Francisco tuvo su “Sueño Cumplido”.-

Fue profético que el Rey Felipe III, de España, dispusiera que sus dineros servirían para construir una iglesia justo donde nació San Francisco, pegada al establo, en que al igual que Cristo Don Pedro Bernardone y Madonna Pica, dieron a luz aquel niño santo llamado Juanito, ( Giovanni), al que llamaron Francisco por el trabajo de su padre, comerciante de tejidos franceses, de allí llamar “El Francés, o el Francesito – Francesco, al hijo de Maese Bernardone
A pocos pasos de la plaza del Ayuntamiento, en una característica placita, donde nos sacamos una bella foto, junto a un reciente monumento del escultor Roberto Loppolo que recuerda a los padres de San Francisco, se asoma el Santuario de la Iglesia Nueva, elegante construcción en forma de cruz griega, con una cúpula mayor en el centro y cuatro más pequeñas alrededor, formas bizantinas éstas últimas que no se ven desde el exterior. La iglesia fue edificada, por la munificencia del rey de España, en 1615, por Fray Felipe de Cerchiara a imitación de la iglesia rafaelina de San Gil de los Orafi de Roma, en el lugar preciso en que estaba la casa paterna del “ poverello “.
Aquí nació el Santo en 1182 y también aquí transcurrió la adolescencia y la juventud hasta los veinticuatro años; De la antigua casa en que vivió Francisco quedan hoy, en la primera pilastra del templo, a la izquierda, un cuarto trastero bajo la escalera, en el que Francisco fue encerrado por su padre como rebelde y dilapidador de sus bienes cuando vendió telas y caballo para reparar la iglesia de San Damián, y en la segunda pilastra del templo, también a la izquierda, esta la entrada a lo que queda de la casa natalicia del Santo, el viejo almacén o tienda, hoy transformado en oratorio, en el que Francisco ejerció el oficio de mercader, y además el frente de las tres puertas de entrada a la casa y toda la calle que pasaba delante de la tienda, englobadas hoy en la estructura del Santuario franciscano.
Son de notable belleza los frescos y las telas recientemente restaurados que adornan toda la iglesia. Representan episodios del Génesis, historias de María, la vida de los santos Francisco, Clara, Bernardino de Siena y escenas dramáticas del martirio de santos franciscanos. Los frescos son de Sermei y de Giorgetti, pintores asisienses del siglo XVII, y de otros pintores: en el presbiterio, sobre el altar mayor, sueño de San Francisco; en el lado izquierdo, los mártires franciscanos de Gorcum (Holanda); en el lado derecho, los protomártires de Marruecos. En la capilla de la izquierda, dedicada a la Inmaculada, retablo de altar, la Reina de los Menores; en el lado derecho, Adán y Eva expulsados del paraíso; en el lado izquierdo, la natividad de María; arriba, alegorías marianas. En la capilla de la derecha, dedicada a San Emidio, retablo de altar, San Emidio y santos franciscanos; en el lado izquierdo, los siete mártires franciscanos de Ceuta, San Daniel y compañeros; en el lado derecho, los protomártires franciscanos del Japón, San Pedro Bautista y compañeros; arriba, santos franciscanos. A la entrada de la iglesia, a la izquierda, Capilla de las Reliquias con episodios de la vida de Santa Clara; a la derecha: Capilla de San Bernardino de Siena, con episodios de la vida del Santo. En las pechinas de la cúpula, los cuatro evangelistas. En las pilastras de la cúpula mayor, ocho episodios de la vida de San Francisco.

El presbiterio de la iglesia sería, como lo recuerda una lápida y el valioso cuadro de Sermei en el altar mayor, el espacio de la habitación en que dormía Francisco y en el que una noche soñó con un palacio lleno de armas y trofeos, al tiempo que una voz le aseguraba que todas esas armas junto con el palacio serían suyas y de sus caballeros., y era imposible en esa media tarde del Domingo 22 de Noviembre del 2009, no ver ese sueño cumplido.
Por años las viejas Ordenes de Caballería se han reunido en esa iglesia de Asís, 124 veces el Priorato Autónomo de los Caballeros Cristianos y Cruzados de San Juan de Jerusalén, del Temple, Hospitalarios, Teutónicos y del Santo Sepulcro, reunificados de la diáspora de Chipre, Rodas y Malta, se juntaron en franca “ fratellanza” , bajo la adusta y serena dirección espiritual de Fr. Gianmaria Polidoro OFM, Capellán General de todas ellas y la voz del Pontífice romano en la difícil misión de unir todos los Capítulos y Provincias, Ordenes y Asociaciones Cristianas de Caballería Legitimas.
El Gran Canciller Don Giorgio Cegna, amigo personal de SS Benedicto XVI, recibe al Gran Maestre de la Orden Bonaria, Don José Manuel Mosquera y Castelo, y por merito de sus obras de caridad en todo el mundo, lo coloca a la derecha de Fr. Gianmaria Polidoro, justo detrás del altar, y también exigen los nuevos caballeros de las distintas ordenes, recibir el espaldarazo del Gran Maestre Bonario.
Las fotografías hablan por sí mismas, la Orden Bonaria es una entre sus iguales, caballeros bonarios y templarios, jerusalemitanos, teutónicos, sepulcrianos y hospitalarios desde ahora marcharan unidos, bajo la bandera de la cristiandad, y todos son “Hijos de San Francisco “, re-nacidos en la misma cuna de Francisco, para ir por el mundo a anunciar una Nueva y Grande Cruzada por la Paz.
A mí me tocó la gracia de ser un Obispo Ortodoxo de visita, aunque triplemente homenajeado, ya que compartí el altar con mi colega de sacerdocio, Fr. Gianmaria y fui nombrado Capellán, al igual que él, de la Orden Teutónica, se me obsequio con una Medalla de Oro, del Priorato de caballeros de Asís, y se me recordó que por mi linaje apostólico, representaba al Arzobispo Michael de Valitch, fundador en los años 50 del Priorato OSJ, y fue de gran emoción que en la Casa paterna de San Francisco, en Asís, en una Iglesia Católica Romana y ante un Prior General de los Franciscanos, se invitara justamente a un Obispo, heredero del fundador, ya que el Patriarca Wolodymir consagró al Arzobispo Eusebio, y este a Monseñor Michael Lorenzo de Valitch, los cuales consagraron a Mons. Crisóstomo, y este a Mons. Athanasios y este a mí, Valerian el 19 de marzo del 2005., hoy Gran Senescal de la Orden Bonaria que al acompañar al Gran Maestre , no podíamos menos que decir, que los sueños , si son de Dios, siempre se cumplen.
Mons. Alfredo Montrezza

EL GRAN CANCILLER GIORGIO CEGNA DA LA BIENVENIDA AL PRINCIPE Y A MONSEÑOR ALFREDO

EL GRAN MAESTRE DANDO UNAS PALABRAS DE ALOCUCION

EN EL LUGAR DE HONOR


ESTATUAS QUE REPRESENTAN A LOS PADRES DE SAN FRANCISCO


IGLESIA NUEVA, EN LA CASA QUE VIO NACER A SAN FRANCISCO DE ASIS


INVESTIDURA