Thursday, November 05, 2009

Nobleza Obliga.-

A pesar de los pesares, como canta Paco Ibáñez, debo encontrar tiempo y fuerza en mis manos para digitar centenas de email, porque son muchas las obligaciones de un Obispo, cuando tenemos una diáspora de diócesis y parroquias en varios países, diferentes lenguas y costumbres, aumentan aun más el trabajo, pero de todos modos, hay hechos que entristecen ,como la muerte de nuestro amigo y camarada de armas espirituales, Monseñor Jorge Alejandro Lacus en Argentina, y la partida de ese gigante de la disidencia católica romana, protector de los sacerdotes casados y de una iglesia para los excluidos, me refiero al Arzobispo Dom Luis Castillo Méndez, que llego a sus 91 años en la plenitud de su fortaleza espiritual, y dirigiendo los destinos de una Iglesia de más de 12 millones de fieles.

En cuanto a mí, debo dar gracias a Dom Luis Castillo, porque consagró a Monseñor Bruno Tinivelli, el cual me re-consagro en la Catedral de Córdoba el 21 de Marzo del 2005, para dotarme de la legitimidad canoníca, para poder sacramentalmente servir en nuestras iglesias ortodoxas a fieles romanos, y decía al inicio que” Nobleza Obliga” , y como repite el Gran Maestre Bonario, Dom José Manuel Mosquera y Castelo, “ Es de bien nacido, ser agradecido “, y juntando todo como en botica, saltando el protocolo, y rogando ser disculpado por la brevedad de esta carta, quiero manifestar mi gratitud a todos los Señores Arzobispos, Obispos, Sacerdotes, Laicos, Hombres y Mujeres que en menos de 48 horas de publicado el robo de la Capilla de Huete, en Cuenca, Castilla La Mancha, España, enviaron mensajes de solidaridad, a todos y cada uno responderé personalmente en breve, pero en medio de esta lucha, que a veces , nos asemeja a esas personas que están agotadas emocional, espiritual y físicamente, debo dar testimonio de que en verdad existen muchos factores que tienen el potencial de desanimarnos! ¡ Son tantas las oportunidades para bajar los brazos y rendirnos! ¡Demasiados los momentos en que no podemos vislumbrar alguna solución para nuestros problemas!, e incluso habrá situaciones , en que todo parezca derrumbarse y tengamos sensación de que afuera, cerca de nosotros, hay un mundo y un señor de ese mundo que conspira en contra de nosotros, miles de anónimos, injurias e infamias, revistas, libros, blogs, foros de internet, y en ese momento, cuando sentimos la feroz mordedura de la serpiente, en que nos quedamos casi solos, los que comen en nuestra mesa se excusan, los que comparten nuestros momentos felices, abrigo y afecto, se omiten abrumados por el chillido infame de la bestia, es en ese instante en que tendremos la oportunidad de elegir entre sucumbir o resistir, y al resistir, pasado el fragor del ataque, sentimos el rocío refrescante de la aurora.

Centenas de cartas, aguardaban en el ordenador del Gran Maestre y del mío, manifestando solidaridad y compromiso con nuestra causa, la vieja y permanente causa iniciada un fatídico 18 de marzo de 1314.

El problema siempre tendrá la dimensión, que nuestra mente le conceda, me decía el día de ayer, nuestro Diarca, y me vino enseguida aquello de San Pablo, “No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir”.

Monseñor Alfredo M. Montrezza