¿Qué hace una higuera en la muralla de Melilla?. La cuestión no es de fácil respuesta, porque si está la rama y parte del tronco, es seguro que dentro de ella están las raíces. Esta rama de higuera se encuentra en la muralla de levante, que está siendo objeto de restauración y si no se evita, será cortada y eliminada, cuando claramente la respuesta está dentro de la muralla. Los españoles, al ocupar y conquistar la ciudad en 1496 (fecha datada por el cronista de la Casa de Medina Sidonia) reedificaron las murallas de la ciudad árabe, que no estaban tan destruidas como se hizo creer a lo largo de la historia de Melilla. Alguno de los materiales árabes pueden verse todavía en muchas partes de la muralla, aunque por poco tiempo, ya que la agresiva restauración y desfiguración del llamado Frente de Levante tapará para siempre el material original.
Las piedras árabes son perfectamente distinguibles todavía. Se trata de los sillares de corte perfecto y liso, con forma rectangular. Los árabes traían la piedra de otros lugares y no empleaban en las murallas los pobres materiales que tanto abundan en las inmediaciones de Melilla la Vieja. Esa piedra caliza de fácil desgaste y que presenta un gran deterioro al cabo del tiempo. La aparición de una muralla árabe antigua al derrumbarse el túnel de La Florentina en los años 90, puso en evidencia la teoría de que los árabes nunca habían ocupado esa parte de la ciudad, si no de manera completa, al menos sí en parte. Ese resto de muralla árabe está cerca de donde se encuentra esta higuera, que debe estar dentro de la muralla y que en ningún caso debe ser cortada, pues es como mínimo centenaria. Hay que abrir esa parte del lienzo de la muralla y poner al descubierto tanto la higuera, como sus raíces y de dónde se abastece de agua y alimento.
La higuera es un árbol sagrado para los musulmanes. Tanto que fue el propio profeta Mahoma quien bendijo su fruto al serle presentado un higo, con estas palabras: "Si dijera que un fruto ha bajado del Jardín, sería éste, porque los frutos
del Jardín no tienen huesos. Comedlos pues, ya que cortan las hemorroides, y alivian el dolor de las articulaciones". Un anciano rifeño comentaba que: "quién corta una higuera le sangran los huesos", al ser preguntado por las características del árbol y preguntarle por la posibilidad de que sea cortada esa, que ha permanecido durante décadas dentro de las murallas. El qué hace hay esa rama de higuera hay que descubrirlo. Las murallas de Melilla están llenas de huecos y cavidades (batidoras), que pueden albergar muchas sorpresas. Lo que parece necesario es conservar esa rama de higuera, que aporta un agradabilísimo olor si uno se sitúa justo encima, sobre la almena más cercana a Club Scorpio.
Las piedras árabes son perfectamente distinguibles todavía. Se trata de los sillares de corte perfecto y liso, con forma rectangular. Los árabes traían la piedra de otros lugares y no empleaban en las murallas los pobres materiales que tanto abundan en las inmediaciones de Melilla la Vieja. Esa piedra caliza de fácil desgaste y que presenta un gran deterioro al cabo del tiempo. La aparición de una muralla árabe antigua al derrumbarse el túnel de La Florentina en los años 90, puso en evidencia la teoría de que los árabes nunca habían ocupado esa parte de la ciudad, si no de manera completa, al menos sí en parte. Ese resto de muralla árabe está cerca de donde se encuentra esta higuera, que debe estar dentro de la muralla y que en ningún caso debe ser cortada, pues es como mínimo centenaria. Hay que abrir esa parte del lienzo de la muralla y poner al descubierto tanto la higuera, como sus raíces y de dónde se abastece de agua y alimento.
La higuera es un árbol sagrado para los musulmanes. Tanto que fue el propio profeta Mahoma quien bendijo su fruto al serle presentado un higo, con estas palabras: "Si dijera que un fruto ha bajado del Jardín, sería éste, porque los frutos
del Jardín no tienen huesos. Comedlos pues, ya que cortan las hemorroides, y alivian el dolor de las articulaciones". Un anciano rifeño comentaba que: "quién corta una higuera le sangran los huesos", al ser preguntado por las características del árbol y preguntarle por la posibilidad de que sea cortada esa, que ha permanecido durante décadas dentro de las murallas. El qué hace hay esa rama de higuera hay que descubrirlo. Las murallas de Melilla están llenas de huecos y cavidades (batidoras), que pueden albergar muchas sorpresas. Lo que parece necesario es conservar esa rama de higuera, que aporta un agradabilísimo olor si uno se sitúa justo encima, sobre la almena más cercana a Club Scorpio.
