El líder de la revolución cubana, Fidel Castro, aún convaleciente de su enfermedad, recibió en La Habana al presidente ruso, Dmitri Medvédev, con el que conversó durante más de una hora en la primera visita que éste efectúa a la isla y la segunda de un jefe del Estado ruso desde la desintegración de la URSS. La prensa no tuvo acceso al encuentro, pero, según la portavoz del Kremlin, Natalia Timakova, transcurrió «en una atmósfera muy cordial y cálida». Según sus palabras, se habló de la necesidad de dar un «importante impulso» a las relaciones y de la situación en el mundo.
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Medvédev llegó el jueves a La Habana procedente de Caracas y después de haber inaugurado unas maniobras militares con presencia de la Armada rusa en aguas venezolanas. «Tenemos que recuperar la cooperación en todas las áreas, humanitaria, económica, energética y, sin vergüenza ninguna, también en el terreno militar», le dijo el jefe del Kremlin al Raúl Castro el jueves. «Rusia está de regreso en América Latina y en Cuba en particular», añadió. Medvédev dijo también que su actual viaje a la isla caribeña «constituye una decisión geopolítica seria».
Medvédev llegó el jueves a La Habana procedente de Caracas y después de haber inaugurado unas maniobras militares con presencia de la Armada rusa en aguas venezolanas. «Tenemos que recuperar la cooperación en todas las áreas, humanitaria, económica, energética y, sin vergüenza ninguna, también en el terreno militar», le dijo el jefe del Kremlin al Raúl Castro el jueves. «Rusia está de regreso en América Latina y en Cuba en particular», añadió. Medvédev dijo también que su actual viaje a la isla caribeña «constituye una decisión geopolítica seria».
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Cuba fue uno de los aliados más fieles del régimen comunista soviético en los años de la «guerra fría». La instalación en su territorio de rampas para cohetes nucleares apuntando a EE.UU. provocó, en 1962, la llamada «crisis de los misiles», que dejó al mundo al borde de una guerra atómica.
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Cuba fue uno de los aliados más fieles del régimen comunista soviético en los años de la «guerra fría». La instalación en su territorio de rampas para cohetes nucleares apuntando a EE.UU. provocó, en 1962, la llamada «crisis de los misiles», que dejó al mundo al borde de una guerra atómica.
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Moscú decidió echar marcha atrás, pero mantuvo una presencia masiva en la isla de asesores militares y espías. Los intercambios comerciales eran también estrechos hasta que, tras el derrumbamiento de la URSS, los vínculos se debilitaron tanto que quedaron reducidos a la mínima expresión. Los planes americanos de desplegar su escudo antimisiles en el este de Europa y las fricciones por la crisis en Georgia han animado a Rusia a restablecer las viejas relaciones. Ambos realizaron una ofrenda de rito Ortodoxo, aprovechamos para felicitar a la Iglesia Ortodoxa, y la gran labor que está realizando en los países latinoaméricanos.
