Recientemente ha fallecido Dª Luisa… Álvarez de Toledo, tres veces Grande de España, y que, entre otros muchos títulos, españoles y extranjeros, detentaba el de Duquesa de Medina Sidonia, aunque era más conocida como la Duquesa Roja. El apelativo de Roja le fue otorgado desde que a sus 18 años fuera encarcelada por su oposición al franquismo. Toda su vida la ha dedicado a la literatura, al estudio de la historia y a la conservación del Archivo histórico más importante de Europa, que pertenece a su familia. Activista en distintos ámbitos sociales era considerada como una intelectual de izquierdas.
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La Historia nos cuenta como es bastante frecuente que muchos de los librepensadores
(fijémonos en la interesante composición de la palabra) que nos han iluminado con su pensamiento, pertenecen a capas acomodadas o aristocráticas de la sociedad: Voltaire, Rousseau, Montesquieu, Marx, Schopenhauer, Gandhi, Yourcenair, Sartre, Bevoir, Nietzsche, Ortega… Pareciera como si solo pudieran pensar aquellos que, por su posición económica de partida, no tuvieran que trabajar. Cierto es que el trabajo, sobre todo el trabajo exhaustivo, dificulta el pensamiento autónomo pero ello no ha sido obstáculo para que, también, grandes intelectuales hayan nacido en el seno de las clases trabajadoras.
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Asimismo la Historia nos cuenta como las ideas libertarias promovidas por estos intelectuales dieron origen a movimientos de liberación de las masas populares que desembocaron en Revoluciones Sociales. Revoluciones gracias las cuales la gran masa de los miembros de la sociedad occidental pudo acceder a las comodidades laborales, educativas y sanitarias de que ahora goza.
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Sin embargo en estos televisivos tiempos asistimos a un fenómeno político un tanto curioso: las grandes masas de votantes del llamado mundo civilizado (habría que matizar eso de) eligen a sus gobernantes entre los miembros de partidos políticos que preconizan sistemas conservadores (Derechas puras, centro-derechas o los actuales socialdemocratas). Y ello a pesar de que las estadísticas nos dicen que las diferencias económicas se incrementan cada día. Parece poco creíble que el 90% del censo electoral se sienta atraído por sistemas que los esclavizan a la hipoteca vital, al estresante trabajo, a las justezas de fin de mes, a la comida basura, a…
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La Historia nos cuenta como es bastante frecuente que muchos de los librepensadores
(fijémonos en la interesante composición de la palabra) que nos han iluminado con su pensamiento, pertenecen a capas acomodadas o aristocráticas de la sociedad: Voltaire, Rousseau, Montesquieu, Marx, Schopenhauer, Gandhi, Yourcenair, Sartre, Bevoir, Nietzsche, Ortega… Pareciera como si solo pudieran pensar aquellos que, por su posición económica de partida, no tuvieran que trabajar. Cierto es que el trabajo, sobre todo el trabajo exhaustivo, dificulta el pensamiento autónomo pero ello no ha sido obstáculo para que, también, grandes intelectuales hayan nacido en el seno de las clases trabajadoras..
Asimismo la Historia nos cuenta como las ideas libertarias promovidas por estos intelectuales dieron origen a movimientos de liberación de las masas populares que desembocaron en Revoluciones Sociales. Revoluciones gracias las cuales la gran masa de los miembros de la sociedad occidental pudo acceder a las comodidades laborales, educativas y sanitarias de que ahora goza.
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Sin embargo en estos televisivos tiempos asistimos a un fenómeno político un tanto curioso: las grandes masas de votantes del llamado mundo civilizado (habría que matizar eso de
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Pareciera como si la Revolución Social fuera ya un concepto periclitado para las masas occidentales, pues, los verdaderos partidos de izquierdas, están prácticamente desaparecidos de los Parlamentos. ¿Por qué tanto trabajador por cuenta ajena, se decanta por el voto de color azul? ¿Por qué hay tanto obrero azul? ¿Acaso no se sienten los paganos de un sistema social injusto y discriminatorio para la gran mayoría social? ¿Acaso no se percatan de la eliminación de las clases medias en favor de la élite empresarial? (En Gran Bretaña, el Sr. Boots detenta cerca de 600 farmacias).
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Para mí solo hay una posible respuesta: las grandes masas sociales no pueden pensar libremente. No pueden ser librepensadores puesto que los omnipresentes medios de comunicación social les inoculan un tipo de pensamiento en sus cerebros a fin de que se sientan cómodos votando a los partidos conservadores, incluidos los llamados socialistas. Y… ¿Quiénes son los que detentan la propiedad de los grandes medios de comunicación? Respuesta: grandes magnates como Murdoch o Berlusconi.
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* Ramón Doria Bajo. Notario en excedencia voluntaria.
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Para mí solo hay una posible respuesta: las grandes masas sociales no pueden pensar libremente. No pueden ser librepensadores puesto que los omnipresentes medios de comunicación social les inoculan un tipo de pensamiento en sus cerebros a fin de que se sientan cómodos votando a los partidos conservadores, incluidos los llamados socialistas. Y… ¿Quiénes son los que detentan la propiedad de los grandes medios de comunicación? Respuesta: grandes magnates como Murdoch o Berlusconi.
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* Ramón Doria Bajo. Notario en excedencia voluntaria.
